Getxo - Desde su casa del Puerto Viejo, ese rincón tan mágico de Getxo, Txema Batarrita, que fue presidente del coro Biotz Alai durante 25 años y que sigue hoy como coralista, presume de Algorta. Conoce bien sus secretos, sus puntos sugerentes... Lo que fue y lo que es. Batarrita ejerce de guía en estas líneas.

Alguien que no conoce Getxo se presenta en el municipio, ¿dónde le llevaría?

-Al Puerto Viejo, que mantiene toda la estructura antigua, las mismas casas pintaditas de blanco, las escaleras, el pórtico de Etxetxu, donde en su día se hacían reuniones del Ayuntamiento? Eso es típico de enseñar y hay que tomar un aperitivo en los bares del Puerto. Es una de las zonas más emblemáticas de Algorta. Luego están la avenida Basagoiti y las barreras -donde estaban las antiguas barreras de la estación-, que hay mucho movimiento y ahora, con la Plaza de La Estación del Metro, mucho más. Hay muchos bares de poteo por ahí. También todo el paseo hasta el casino es una zona muy representativa de Algorta. Luego, la playa de Arrigunaga, de Ereaga? Es un pueblo con mucha historia y preciosa. ¡Y los paseos que tiene! Son maravillosos. Ir por la playa, pasar por el Igeretxe, el Tamarises, llegar hasta el Puerto, subirlo? A cualquiera que le llevas se queda alucinado. También vas para la zona de La Galea y el pueblo tiene su zona de monte. Es un pueblo muy completo.

¿Y si a este visitante le entran ganas de comer algo?

-Algorta, hoy en día, tiene una hostelería fenomenal. Cualquier día sales a tomar algo y hay un montón de bares con unos pintxos de cocina, muy elaborados y que son baratos. Hay pintxos por un euro fantásticos, y hace cuatro años costaban euro y medio o dos euros. En mi cuadrilla nos movemos desde el principio de la Avenida Basagoiti hasta el casino, que es una zona muy buena de poteo. Pero hay muchas, por ejemplo, el entorno de la estación tiene un auge ahora terrible, sobre todo, para matrimonios con hijos, que tienen ahí la zona de juegos, es todo peatonalizado... Está petao siempre. Y luego, las terrazas le están dando mucha vida al pueblo. En verano hay un ambiente terrible. Y, por supuesto, hay restaurantes muy buenos. El Cubita del Molino de Aixerrota tiene mucho nivel. En el centro, hay lugares donde se come bien: el Boga, Ugartena? Y a otro nivel están el Igeretxe, Tamarises, para decir: “Me voy a pegar una buena jamada”.

En Algorta tienen grandes fiestas? ¡Qué decir de las del Puerto Viejo!

-En fiestas del Puerto no se puede ni bajar por las escaleras por la noche. Es imposible. Algún año lo he intentado y no he podido. Durante el día, por arriba, igual puedes tomar un blanco y un pintxo en el Etxetxu, pero por la noche? Viene juventud de todos lados...

Hombre, es que ahí se inventó el kalimotxo y eso tiene tirón...

-Eso cuenta la leyenda (risas). Parece ser que a la cuadrilla Antzarrak se le estropeó todo el vino que tenía, que eran un montón de litros en cántaros, y para no perderlo, con todo el dinero que ello suponía, a uno se le ocurrió mezclarlo con Coca Cola para disimular un poco? Y dijo que estaba bueno. La mezcla nació ahí, en fiestas del Puerto de 1972, pero lo que no se sabe es si el nombre de kalimotxo se le puso ahí o no?

¿Qué les pasa a los getxotarras, que son tanto de sus barrios: el de Algorta es de Algorta, el de Romo, de Romo??

-(Risas) Una vez un alcalde me comentó: “No sabes lo que me cuesta decir que soy el alcalde de Getxo, me sale decir que soy el alcalde de Algorta”. Es que Algorta tiene mucha entidad. Aquí estuvo el primer Ayuntamiento, en la plaza San Nicolás, y la primera iglesia de Getxo.

¿Se mantienen los estereotipos: aquello de los pijos de Neguri??

-Yo creo que mucho menos. Ahora no son las cosas como antes: ya no hay chóferes, ni doncellas? El pijoterío lo había antes más que ahora. Hoy en día, nos hemos igualado, unos han tirado para abajo y otros para arriba y nos hemos quedado en medio. De todos modos, Algorta nunca ha sido pijo, ha sido más sencillo. Y una cosa: iban los veraneantes a Plentzia y se hacían los dueños del pueblo, aquí venían y se amoldaban a las costumbres de Algorta.

Pensando otra vez en el visitante, que está dando vueltas por ahí, dice que quiere ligar. ¿A dónde le manda?

-Yo con la edad que tengo? A mí eso de ligar ya se me pasó. Aunque bueno, según dicen se liga poco en Euskadi, así que? Pero se liga más que antes o de otra manera, por lo que oigo, es todo más rápido.

¿Por dónde sale la gente joven?

-Yo creo que va mucho al Puerto Deportivo. E incluso, al Puerto Viejo, tanto de noche como al mediodía. Antes, hace años, se salía mucho por la noche por Gwendolyne, que desapareció y luego la volvieron a abrir. En su día, fue una instalación de la leche. Y también los bares de copas de Amezti estuvieron mucho de moda.

Vaya con el visitante a un sitio más tranquilo, a tomar un buen café.

-En la calle Amezti, está el Etxetxu Berria, que es especialista, tiene varios tipos y ha ganado premios. Y luego, yo creo que las terrazas es lo que más llama a la gente, por ejemplo, por las de Avenida Basagoiti.

Integrante y expresidente del coro Biotz Alai de Algorta