EL León llega por fin a los concesionarios. La nueva remesa del clásico protagoniza un salto de calidad que, además de mostrar el rumbo a los futuros modelos SEAT, pretende marcar diferencias respecto a la competencia. Dejando al margen las subjetividades, que hacen que un diseño resulte más o menos grato a la vista, en el renovado aspirante al trono de la categoría se constatan valiosos progresos. Son avances cualitativos en facetas como la seguridad, la conectividad o la eficiencia. Así que el León puede considerarse la culminación momentánea de los setenta años de historia de la marca.

El ambicioso proyecto se plasma en dos formatos complementarios. Uno es el compacto de cinco puertas. El otro, denominado SportsTourer, prolonga 27 centímetros la hechura del primero para transformar su envase en familiar (alcanza 4,64 metros). Ambos comparten un repertorio motriz inusualmente variado, al incluir hasta cinco sistemas de propulsión diferentes.

El catálogo León contempla motores térmicos convencionales, diésel y gasolina. En el primer capítulo figuran los 2.0 TDI, con potencias de 115 y 150 CV. La vertiente a gasolina TSI comienza con variantes de 90 y 110 CV del bloque de tres cilindros, sigue con los 1.5 de 130 y 150 CV, para prometer una opción con 190. Además, SEAT dota al León de sistema de microhibridación de 48 voltios a dos de estas unidades de gasolina; son las eTSI 1.0 de 110 CV y 1.5 de 130. En la gama no va a faltar la ya habitual mecánica de gasolina adaptada al consumo de Gas Natural Comprimido (GNC), la 1.5 TGI de 130 CV.

No obstante, la incorporación más novedosa al elenco es la protagonizada por la versión e-Hybrid, que se introducirá más adelante. Esta solución motriz mixta y enchufable plantea una simbiosis entre el motor gasolina de 150 CV y otro eléctrico de unos 100, cuyo rendimiento conjunto se cifra en 204 CV; augura una autonomía en modo eléctrico de 60 km.

Dependiendo de la motorización, las diferentes variantes del modelo van provistas de transmisión manual de seis marchas o de automática DSG, con seis o siete relaciones. Asimismo, en alguna configuración es posible optar entre tracción delantera e integral.

El modelo se adorna con cuatro terminaciones. La más sencilla Reference incluye entre sus dotaciones climatización, arranque sin llave y freno eléctrico. El acabado FR viste decoración deportiva, refuerza la suspensión, incorpora Control de Chasis Adaptativo, selector de modos de conducción SEAT Drive Profile, sistema de info-entretenimiento con pantalla de 10 pulgadas y grupos ópticos con tecnología Full LED.

La definición Style se completa con sensores de luces y lluvia, sistema de conectividad Full Link, cargador inalámbrico, control de velocidad de crucero, llantas de aleación, etc. La definición Xcellence disfruta de climatizador de tres zonas, iluminación ambiental, parrilla frontal y decoración específicas, cuadro Digital Cockpit, acceso sin llave y faros Full LED.

La tarifa oficial fijada por la marca establece su punto de partida, sin considerar posibles descuentos, en los 20.890 euros reclamados por la versión de lanzamiento ‘Launch Pack’ Style 1.5 TSI 130 CV, que incluye navegador. Ese importe descenderá sensiblemente cuando se incorporen al catálogo las motorizaciones de tres cilindros. Otro tanto sucederá en la vertiente diésel con la llegada del TDI de 115 CV; la opción inicial menos costosa ahora exige 30.940 euros.

‘Launch Pack’ En su estreno, el SEAT León ofrece un equipamiento específico para la edición ‘Launch Pack’ que añade el sistema de navegación con pantalla de info-entretenimiento de 25,4 cm (10’’) y el cuadro de mandos Digital Cockpit. El acabado Style incluye, además de las dotaciones habituales, asistentes de salida involuntaria de carril y de frenada automática en ciudad con protección de peatones y ciclistas, llamada eCall de emergencia, sistema XDS de bloqueo electrónico del diferencial, control de estabilidad ESC, indicador de presión de neumáticos, cámara de visión trasera, seis airbags, sensores de luces y lluvia, etc.