Nissan ata en corto al Juke, que deja de ser el verso suelto de los comienzos al madurar su singular propuesta de SUV compacto. La evolución pone sordina al diseño transgresor que distinguía a la entrega inicial de esta creación, promotora de una de las categorías hoy de moda. El giro conservador aplicado a aquella estética rupturista contrasta con el notable progreso que experimentan el resto de facetas del modelo. El Juke actual es más grande, competente y tecnológico; aunque algunos lo consideren menos fascinante, es probable que resulte bastante más convincente para la mayoría. Comienza a venderse con un único motor a gasolina de tres cilindros y 117 caballos, adornado con tres puestas en escena. Parte desde 19.500 euros, precio con asterisco y letra pequeña reservado clientes particulares que financien la compra con la operadora de la marca.

El pequeño insolente estrenado hace nueve años acomete esta profunda transformación con la intención de volver a erigirse en protagonista del segmento comercial que inventó. El primer Juke abrió brecha un escalón por debajo de los todocaminos de talla media populares en la época, marcando el rumbo a una legión de seguidores encabezada por el Captur. La cantidad y la calidad de tantos rivales surgidos en este tiempo habían relegado al pequeño SUV de Nissan a un segundo plano, desde el que ahora retorna a primera línea.

La entrega contemporánea renuncia a parte del desparpajo formal mostrado por la inaugural, pero no a todo el encanto original. La armonización estética con el más digerible estilo de la familia obliga al Juke a prescindir de algunas de sus señas de identidad. Es el caso de los característicos ojos saltones, las ópticas prominentes que coronaban sus aletas; en cambio, conserva los igualmente inconfundibles focos redondos de su frontal.

El nuevo envoltorio de cinco puertas se presume menos conmovedor (no hace volver la vista ni repele al instante), pero más acorde a los gustos del gran público. Este valorará especialmente la nueva concepción interior, así como el perceptible aumento de calidad en materiales y ensamblaje. Agradecerá también el notable incremento experimentado por la habitabilidad. El modelo ha crecido hasta ocupar 4,21 metros de largo, 1,59 de alto y 1,80 de ancho (son 7,5, 3,5 y 3 centímetros más, respectivamente). De modo que acomoda con cierta holgura a sus ocupantes, preferiblemente no más de cuatro, que disfrutan de más amplitud para las piernas y mayor desahogo respecto al techo. El Juke les ofrece, asimismo, más sitio para su equipaje, puesto que el maletero aumenta la capacidad de 354 a 422 litros. El estirón es compatible con una reducción de 23 kilos en el peso total del vehículo.

Nissan pertrecha a su escueto SUV con la tecnología ProPILOT, que brinda dirección, aceleración y frenada asistidas electrónicamente. Este sistema, concebido para circular por un solo carril en autopista, es capaz de acelerar y decelerar sin intervención humana para garantizar la distancia de seguridad y la velocidad adecuadas, al tiempo que mantiene el coche centrado en su carril.

El nuevo Juke propone, además, un completo paquete de tecnologías de seguridad. Incluye el sistema anticolisión frontal inteligente con detección de peatones y ciclistas, reconocimiento de señales de tráfico, control inteligente de cambio de carril, alerta de tráfico trasero y control de ángulo muerto. El crossover urbano cuenta, asimismo, con un moderno sistema de conectividad.