Los ritos funerarios son, al fin y al cabo, una de las cualidades que nos distinguen del resto de animales del mundo. Desde nuestros inicios, evolucionamos con el ritual de enterrar a nuestros seres queridos. Aunque, por otro lado, los ritos y tradiciones también han cambiado, dependiendo del ámbito geográfico, costumbres o religión.

Desde las praxis funerarias de los Vikingos, donde introducían al difunto en un barco mar adentro y posteriormente lo incendiaban con flechas en llamas, hasta Ghana. En el país perteneciente al golfo de Guinea, los nativos enterraban a sus seres queridos en ataúdes en forma de sus últimos deseos: en forma de coche, peces o cualquier tipo de idea es posible en Ghana.

Costumbres realmente conocidas como la mexicana, hacen de este proceso de despedida algo peculiar e incluso divertido. En cuanto a las creencias y la fe, la religión católica, es un ritual de lástima, penuria y con varios protocolos de ceremonia. Los rituales musulmanes, por el contrario, envuelven a sus difuntos en sábanas y quedan bajo tierra, sin ningún tipo de compartimento.

No obstante, los tiempos están cambiando y con ello las modas. Según la profesora Anne Christine Hornborg en 'The Conversation', el número de personas que entierra a sus difuntos sin ningún tipo de ceremonia oficial está aumentando rápidamente en Suecia. De un 2% hace una década al 8% este mismo año. Una explicación, quizá, algo coherentes sería que Suecia es uno de los países más laicos del mundo. Aunque, por otro lado, Europa es un continente que se seculariza a pasos agigantados y puede que sea una tradición muy próxima.