TODAS las reales academias nacieron para realzar y dar lustre a sus respectivas disciplinas. Este es el cometido que quiere potenciar el nuevo presidente de la Real Academia de Medicina del País Vasco, que en junio se puso al frente con el espíritu precisamente de potenciar esta institución en un momento en el que la gente tiene otras sensibilidades y podrían quedar paradas o cuando menos secundarizadas.

Javier Aranceta quiere dar a la Academia Vasca de Medicina precisamente este nuevo impulso, fortalecerla y convertirla en un referente de la medicina, de la investigación y de la mejor atención en el País Vasco. Para él es un honor y un reto porque su objetivo es incorporar a los más brillantes de cada especialidad médica y realizar actividades como traer a nobeles, organizar conferencias, charlas y actividades al máximo nivel para fortalecer la institución. “En ningún caso queremos ser un reducto de viejas glorias, de gente que fue, sino una institución viva capaz de trasladar a la sociedad ideas y formación en el campo de la medicina”.

La Real Academia es el máximo exponente de la profesión, el nivel de excelencia que sirve tanto para ser consultada en temas importantes como para transmitir a la sociedad, a través de los especialistas, los posicionamientos científicos y éticos correctos respecto a controversias o nuevos avances en la medicina.

Javier Aranceta recalca la presencia de la Academia en actos como haber traído a Santiago Grisolía a Margarita Salas o al presidente de la Academia Española de doctores. El nuevo presidente recalca que para ser un referente en la sociedad en el año 2020 van a colaborar e impulsar la Feria Gustoko de la calidad y la vuelta al origen en la alimentación en el Bilbao Exhibition Centre (BEC). “Será un marco idóneo para poner en valor los alimentos y productos elaborados según el criterio kilómetro cero; desde la Academia hemos planeado cuatro conferencias divulgativas: una de productores, otra de expositores, una de innovadores y otra de un experto nutricional, todo pensando en los que hacen innovación para ayudarles a mejorar”.

La labor que plantea el doctor Javier Aranceta es precisamente llevar la ciencia a esta artesanía de la alimentación, trabajando por la transparencia sanitaria en la alimentación, si es cardiosaludable, cómo se puede utilizar lo más cercano, si el menú es el adecuado, si la forma de cocinar es la correcta, cómo hacer que las técnicas culinarias sean más saludables.

En esta misma línea de abrirse más a la sociedad aprovechando la asistencia a un evento de Valencia de muchos premios nobeles esperan lograr acercar a Bilbao cuatro o cinco de ellos para generar ilusión por la medicina y por el saber en general.

Otra de las ideas a realizar en 2020 es conseguir traer a Bilbao el próximo Congreso de la ANIS-Asociación Nacional de Informadores de Salud. La Real Academia se implicará totalmente y aportará todas las directrices entre los profesionales científicos y de la salud para conseguir que la comunicación mediática de todo lo referente a la sanidad sea lo más correcta y del mayor nivel posible.

La idea fundamental que transmite Aranceta es que no quiere una Academia anquilosada, una institución de dinosaurios por muy importantes que sean, sino un conjunto de personas del más alto nivel científico y sanitario implicadas en llevar sus conocimientos a la sociedad, instruyendo, dando opiniones asentadas y fomentando una vida de buenas prácticas, lo más saludables posibles, siempre con el mayor rigor científico.