DAVID contra Goliat o el valor de la persistencia. Así podría sintetizarse el currículum de esta editorial familiar que presume de celebrar 75 años contando historias. “Es muy difícil mantenerte viva si eres una editorial de tamaño mediano que no pertenece a ningún grupo editorial”, declara Javier Gogeascoechea, consejero delegado de Desclée de Brouwer. Aunque el precio medio de un libro de su sello ronde los 12 o 14 euros, lo mismo que un par de copas en un local de moda, la lucha por mantenerse a flote, es titánica. Y la pelea de tú a tú con las grandes editoriales es un rosario de dificultades que han logrado sortear sacando unas cien novedades al año.

Por eso, Desclée De Brouwer, radicada en Bilbao, festeja hoy viernes por todo lo alto sus bodas de brillantes con 75 años de transmisión cultural y compromiso con los valores humanos. De Bilbao al mundo es la fuerza impulsora de este negocio familiar fundado en la capital vizcaina en 1944 por José Mª Gogeascoechea, pionero de tres generaciones de editores. Catapultada con la edición española de la Biblia de Jerusalén, no ha dejado de ampliar el catálogo de títulos. “En los últimos veinticinco años el fondo de humanidades de Desclée ha crecido exponencialmente. Pero nos hemos metido a fondo en la psicología para profesionales y tenemos más de 400 títulos técnicos sobre esa temática. También tenemos muchos títulos sobre crecimiento personal. Me gusta más este término que autoayuda porque no son libros de Cómo hacerse rico en 5 minutos. Son más serios”, subraya Gogeascoechea.

“Mi abuelo tuvo que exiliarse a Bélgica, comenzó a trabajar con una editorial que se llamaba Desclée De Brouwer. Allí coincidió con mi abuela que era maestra de las escuelas vascas y nació mi padre. Cuando volvió a Euskadi intentó trabajar de abogado, su profesión, y no le dejaron. Por eso habló con la editorial y la montó aquí en Bilbao”. Empezaba así una saga rebozada en tinta.

La editorial cuenta también con más de 100 títulos publicados en euskera. “Sobre todo nos distinguimos en literatura infantil y juvenil buscando un nicho de mercado concreto ya que el que empieza a estudiar euskera le encaja muy bien un libro para estas edades porque le resulta más fácil de leer al comenzar en el aprendizaje de una lengua”, resalta.

Afrontar los nuevos retos digitales es otro de los desafíos. “En Desclée desde el principio hemos apostado por el soporte digital (ebook). De hecho, cuando publicamos una novedad lo hacemos simultáneamente en papel y en digital. Hemos entrado en los principales canales de venta de ebooks: Amazon, Casa del Libro, Apple y Kobo, pero seguimos potenciando el soporte papel porque creo que la piratería está haciendo morir de éxito al ebook”, indica, confirmando que otro de los grandes problemas es conseguir visibilidad.

La fórmula del éxito es ofrecer lo que los grandes no pueden. “¿Qué no puede dar a un autor una editorial enorme de novela? Pues presencia. Ellos te sacan el libro, te lo colocan en todos lados y al cabo de ocho meses, ya no existe. Pero con nosotros el libro se convierte en un título de fondo en librerías porque nuestro propósito es que tenga un goteo constante”, sostiene Gogeascoechea. Y es que ser editor es una tarea compleja. “De cada diez libros que se editan, bien bien solo se vende uno y en los otros nueve, te das por satisfecho vendiendo toda la tirada”, resume el editor.

A su juicio, sacan mucho provecho de su localización en Bilbao. “Nosotros tenemos una gran vocación exportadora y prácticamente el 70% de lo que editamos lo vendemos en toda América y el Puerto de Bilbao ayuda mucho. En muchos casos, el precio del transporte terrestre de los libros al puerto es más caro que el flete marítimo a destino. Entonces tener el Puerto de Bilbao aquí a lado es una gran ventaja”, concluye.