bilbao - Leticia Dolera, actriz, escritor y directora quiere enfrentar a los espectadores con los conceptos estereotipados sobre lo que son vidas perfectas. A tenor de este concepto creo su serie, que en principio se iba a llamar Déjate llevar y que tras presentarse en el festival de Cannes adoptó el título con el que se estrenará el viernes en Movistar+, Vida perfecta.

“¿Qué es una vida perfecta para ti? ¿Qué es una vida perfecta para mí? Seguramente serían diferentes, pero ambas estarían perfectamente planificadas y se ajustarían a distintos parámetros. Eso es lo que tenía pensado mi personaje, María. Pero todo lo que llevaba años soñando se desbarata en un segundo, cuando su pareja de toda la vida se va y la abandona”, explica Dolera, reconociendo a la vez que a ella también le ha gustado siempre tenerlo todo bajo un control milimetrado, pero añade que se va curando de ser una controladora nata.

María, el personaje al que da vida, lleva toda la vida con una misma pareja, con su novio de la adolescencia. Tiene treinta y tantos años y está convencida que su puerto de atraque está en el matrimonio con él, tiene elegidos los nombres de los hijos que va a tener, pero sus planes se quiebran en un pispás. Cuando la pareja está a punto de firmar el crédito que les va a permitir a los dos tener una casa y una vida hipotecada en lo personal y lo económico, él abandona el barco y la deja sola.

“A partir de ahí, María tiene que reinventarse y pensar que quizá su vida perfecta no era la que ella pensaba o que las vidas perfectas no existen o que nada es perfecto bajo un control absoluto”. Leticia Dolera está encantada con el trabajo que ha realizado y que protagoniza junto a otras dos actrices: Aixa Villagrán y Cecilia Freijero, ambas dan vida a Esther y Cristina.

El personaje de Cristina parece tener su vida perfecta: es abogada en gran despacho, tiene una buena situación económica, un marido que la ama y dos hijas. Pero hay algo dentro de ella que le dice que no es feliz, que necesita algo que no tiene. Esther es la hermana de María y tampoco está contenta con su existencia... - R. Lakunza