JUNTO a uno de los pocos caseríos que quedan en Basauri, en el barrio de Artunduaga, abrió sus puertas Etxe Zuri Garagardotegia en el año 1981 y desde entonces mantiene como pilares de su éxito los productos de calidad, una exquisita limpieza y orden de las instalaciones y un trato agradable y familiar.

A partir de ahí, a lo largo de los años han hecho varias reformas para adaptarse a los tiempos y optimizar el entorno de cara a sus clientes. “Queremos que se sientan como en casa, de hecho, la cervecera forma parte de nuestra casa”, señalan sus responsables.

Los fundadores fueron sus padres hace 38 años y tras fallecer su aita en 2001, los hijos siguieron con el negocio, bien tomando las riendas o apoyando desde la retaguardia, con lo que siempre ha sido un negocio familiar, en el que ayudaban hasta los aitites.

El pollo es su fuerte, el rey de las demandas, pero a lo largo de los años han ido introduciendo otros platos fuera del típico menú de cervecera. Esto es, a base de pollo, ensalada, tortilla, pimientos, patatas fritas... Gustan mucho sus croquetas caseras, los pimientos rellenos de bacalao, las pencas rellenas, los txipirones, callos, tortilla de bacalao...

Con todo, la oferta es variada, y a ella suman también los platos combinados con diversas opciones a elegir, que gustan mucho a los más pequeños.

Para rematar la comida o cena cuentan con una buena oferta de postres, además de los helados típicos, tartas variadas, arroz con leche, flan, queso o natillas.

En cuanto a la bodega, desde hace dos años tienen como cerveza de referencia a La Salve. Pero también forman parte de su oferta el vino, sidra, txakoli y todo tipo de refrescos.

Sin ser una cervecera enorme, se adaptan a grandes grupos. Para que el cliente se sienta a gusto, tienen mesas al aire libre y también bajo cubierta. Esta es en parte móvil y permite dejar más espacio al aire libre. La parte cerrada queda climatizada tanto en la temporada de invierno como en el verano.

Sus clientes suelen ser familias, grupos de amigos/cuadrillas, parejas y grandes grupos, desde equipos de fútbol, balonmano o baloncesto a cualquier tipo de asociación.

Han optado por una fórmula de servicio muy sencilla, consistente en pedir, pagar y llevarse el servicio y la bebida. Poco después llevan la comida a la mesa. A los grandes grupos se les prepara ya las mesas porque suelen funcionar con reserva y pagan al final. En cualquier caso, se adaptan a los clientes siempre para hacerles su estancia lo más agradable posible.