Un viaje íntimo a través del duelo de una pareja que se separa. La novedosa miniserie El tiempo que te doy en todo el mundo con capítulos de once minutos en los que Nadia de Santiago y Álvaro Cervantes se meten en la piel de los protagonistas de una historia universal.

Una historia, la primera ficción de formato corto producida para Netflix España, que entremezcla minutos del presente (que van aumentando con cada capítulo), con minutos del pasado, que van acortándose y desvaneciéndose conforme avanza la serie, como lo hacen los recuerdos con el tiempo.

"Hemos tratado el guion como si fuera un duelo y cada dos capítulos, para tener una guía y una referencia, eran como las distintas fases del duelo. Al principio es una negación, luego es una ira, luego es una negociación contigo misma, luego es la depresión, hasta llegar a la aceptación", cuenta a Efe De Santiago (Las chicas del cable, Las 13 rosas).

Ella es Lina, la protagonista de la serie, y también es su creadora, junto con Pablo Santidrián e Inés Pintor, quienes han escrito el guion de los diez episodios de once minutos basados en sus propias experiencias, siempre ficcionadas.

Los tres ya habían trabajado juntos produciendo cortometrajes y algún videoclip y recibieron la llamada de Netflix, que buscaba "alguien que manejara los tiempos de los cortos". "Los temas como el abandono y la pérdida son algo que siempre nos ha rondado mucho por la cabeza a los tres y al final la serie nace de nuestras experiencias", explica la actriz.

Temas "muy universales, con los que te puedes sentir muy identificado", explorados con los ojos de Lina, una joven que tras una ruptura está empezando de nuevo, se muda de casa, busca un nuevo trabajo y prueba nuevas experiencias.

En este marco, lo que intenta hacer en realidad es olvidar a Nico, su primer amor, interpretado por Álvaro Cervantes (Loco por ella, Criminal). Cada dia, Lina intenta pensar un minuto menos en él y es un minuto más que dedica a encontrarse a sí misma. Una historia que, "en menor o mayor medida, todos hemos vivido".

En el creciente presente se observa la etapa de duelo, mientras que en el pasado menguante se conoce la historia de amor de Nico y Lina, desde que se conocen hasta que empiezan a darse cuenta de todas las cosas que los separan, una distancia que crece sin remedio.

"Creo que el espectador hay huecos que va a rellenar con su propia experiencia y es para mí lo que la hace muy universal", cuenta Álvaro Cervantes. Meterse en la piel de Nico, añade, "ha sido muy gustoso porque estaba todo sembrado de experiencias de ellos tres (de los creadores) y la serie respira mucha verdad".