A temporada que llega hoy a HBO España consta de ocho episodios. Es una oscura odisea sobre el amanecer de la conciencia artificial y la cuestión del libre albedrío. La serie está creada por Jonathan Nolan y Lisa Joy, que también ejercen de productores ejecutivos. Vuelven Evan Rachel Wood como Dolores, la ganadora del Emmy Thandie Newton como Maeve, Ed Harris como el Hombre de Negro, Jeffrey Wright como Bernard, Tessa Thompson como Charlotte, Luke Hemsworth como Stubbs, Simon Quarterman como Lee Sizemore y Rodrigo Santoro como Hector Escaton. La principal incorporación es Aaron Paul, el indescriptible Jesse Pinkman de Breaking Bad.

En el mundo exterior, la tecnología cuestiona más que nunca la posibilidad de libertad. “El tema del Mundo Libre es algo que ha fascinado a muchos escritores anteriores a esta época”, explica a Efe Lisa Joy, la cocreadora de esta trama en la que a la eterna pregunta sobre quiénes somos y por qué de esta manera, se suma la del dominio que la tecnología tiene en nuestras vidas y su importancia en el futuro. Si bien los nuevos episodios contarán con más acción que la segunda temporada, y la lucha entre compañías tecnológicas, robots y humanos se acentuará, los ecos filosóficos que resonaron con fuerza en su trama anterior seguirán presentes. “Ahora tenemos que añadir la pregunta de cómo nuestro mundo será cada vez más moldeado por la tecnología. Si es que tenemos un mundo libre, para comenzar”, afirma Joy.

En esta ocasión, el parque de atracciones habitado por robots con apariencia humana y ambientado en el Lejano Oeste en el que comenzó la historia cederá protagonismo al mundo real, que potencia las reflexiones sobre el impacto de la inteligencia artificial (I.A.) en nuestras vidas. “Cuando pensamos en la libertad del mundo llegamos a esa idea de determinación por medio de algoritmos que analizan nuestras preferencias y toman elecciones”, declara Joy. Si las máquinas no se basaran en lo que hemos hecho antes, entonces estaríamos expuestos a diferentes cosas y a más variedad que cambiaría el transcurso de nuestras vidas”.

Antes de dedicarse a la ficción, Joy trabajó como abogada, posición desde la que inició una reflexión sobre los efectos que el estilo de vida actual tendrá en el futuro. En Westworld pues, por ejemplo, la mente fracturada de algunos sirve para ilustrar el bombardeo informativo al que nos somete la tecnología, que no siempre termina de completar y cerrar los relatos. O la soledad en un mundo hiperconectado es otra de las temáticas de trasfondo en la trama, donde a pesar de estar rodeados de inventos diseñados para acercar a las personas, la gente se siente cada vez más sola. “Todos nuestros amigos están, ya saben, en Facebook o lo que sea. Pero lo que realmente hacemos es mirar fotos seleccionadas de la gente que no representan necesariamente su día a día ni todo por lo que está pasando”, razona Joy. Además de la reflexión futurista, Westworld sigue los tiempos de inclusión y contará con cinco directoras diferentes para una temporada de 8 episodios, algo que el cocreador Jonathan Nolan aborda con naturalidad. “Contratamos a las mejores personas que pudimos encontrar y fuimos muy afortunados al contar con un equipo de mujeres con tanto talento. Siempre quisimos enfatizar los diferentes puntos de vista”, explica Nolan.

Un profesional que se suma al reparto es el actor Aaron Paul, muy conocido por Breaking Bad. “No podía pensar en alguien más que, como actor, fuera tan capaz de representar las cosas buenas y problemáticas que tiene la condición humana”, asegura Nolan. Algo a lo que Paul responde con gratitud. “Era un fanático de la serie y cuando recibí la llamada para ver cómo encajaba en Westworld aplacé otras negociaciones para formar parte de esta serie, confiaba mucho en Joy y Nolan”, confiesa. El intérprete dejado claro que la serie ha cambiado su forma de entender y acercarse a la tecnología, algo que espera que les suceda a los espectadores.