Cómo sería un thriller ambientado, a priori, en un escenario tan cómico y alegre como son los carnavales de Cádiz? El cineasta Fernando Colomo y su último proyecto, Antes de la quema, tienen la respuesta. Y es que el director madrileño ha tirado de comedia para mezclar chirigotas, atracos y narcotráfico en un filme que espera provocar las carcajadas de los espectadores. El largometraje cuenta cómo Quique -Salva Reina- es un chirigotero en paro que intenta mantener a flote a su familia mientras prepara el próximo concurso de chirigotas. Entretanto, El Tuti -Joaquín Núñez-, un traficante de drogas local, quiere que le ayude a robar el depósito de droga más grande de España antes de que quemen toda la mercancía incautada.

“En su origen, es una película de atracos, algo que siempre me ha apetecido mucho hacer, desde que Kubrick dirigiese su primer largometraje”, plantea Fernando Colomo, para destacar cómo al fin y al cabo, “un thriller situado en los carnavales y, dirigido por mí, tiene que tener bastante comedia”. El director de Isla bonita (2015) y La tribu (2018) eligió a Salva Reina y Javi Jáuregui para protagonizar “una película que pasa muy rápido, con muchas historias, situaciones reales y mucho humor”.

Reina, que ha participado en películas como 321 días en Michigan (2014) y La isla mínima (2014), cuenta que su personaje Quique “es un tío que desprende bondad, cachondeo y muchas ganas de salir adelante”, por lo que en su opinión, “simboliza un poco a la ciudad de Cádiz”.

Y termina cayendo en los planes de El Tuti, interpretado por Joaquín Núñez. El resto de la banda que echará una mano para lograr su propósito son El Gallego -Manuel Manquiña- y Rosario -Manuela Velasco-. De hecho, la actriz destaca la particularidad de que sea una mujer quien conduce a la banda, “con velocidad para escapar e inteligencia en las venas”.

Una carrera a contrarreloj para cometer un robo con los carnavales de Cádiz como telón de fondo. De hecho, en el rodaje incluso participaron chirigotas de Cádiz reales. “Creo que es la primera vez que veo que la figuración realmente disfrutara en una película” concluye Colomo. Y eso se transmite, claro.