bilbao - La cuenta atrás ha comenzado para que esta pareja comience a meter el dedo en el ojo a los profesionales de #0 y Movistar+. Ambos están convencidos de que todos se van a tomar a partir de mañana con deportividad sus críticas. La particular mirada de Dar cera, pulir #0 se acerca al espíritu de Sé lo que hicisteis pero actualizado. Patricia Conde destaca lo bien que trabaja con su compañero y la complicidad que hay entre los dos, condición indispensable para hacer humor. Ella se declara viajera, amante de la buena mesa y con una genética que le permite pasar de la operación biquini, una práctica que siempre regresa en los meses previos al verano.

Cuénteme cómo van a pulir el canal.

-Con mucho garbo y mucha fuerza. Es un programa de humor y recuerda mucho a Sé lo que hicisteis. Tiene una parte de autocrítica, sketches, parodias? Hay situaciones en un plató que representa un sótano, pero muy acogedor. Vamos a hacer parodias de todos los de Netflix y Movistar+.

Personajes no les van a faltar, pero a alguno le puede sentar mal ser parodiados. Es un programa para no hacer amigos.

-Todo lo contrario, a lo mejor alguno tuerce el morro al principio, trabajamos con gente que tiene sentido del humor, tanto como Ángel (Martín) y yo.

¿Le resulta más cómodo trabajar en una plataforma?

-Llevo tres años aquí y no me voy ni aunque me echen, así que ni se les ocurra pensar a los de Movistar+ que me van echar así como así. Espero estar aquí mucho tiempo. Se está muy bien, ya me lo dijo Andreu Buenafuente hace tres años cuando empecé en Los poderes extraños del cuerpo humano: “Aquí se está muy bien, aquí se está muy calentito, fuera hace mucho frío”. Tenía toda la razón, se está genial trabajando para una plataforma. Es un lugar caliente, cómodo y estás como en tu casa. Además, nos tratan muy bien.

No haga la pelota

-Estoy diciendo la verdad, no soy pelota, lo que no me gusta lo comento a la primera.

Así que no va a comentar riesgos ni aventura.

-De momento. Quién me dice a mí que mañana no me ofrezcan un formato y un proyecto que me encante en una cadena que no sea Movistar+, ¿por qué no? Nunca hay que decir de este agua no beberé. Lo que sí es cierto es que estoy encantada aquí y no me voy a mover, de momento.

Ángel y usted son pareja de hecho?

-En televisión, en televisión?

De acuerdo, pareja de hecho televisiva.

-Y encantada. No entendemos muy bien. Hay mucha complicidad, confianza y respeto, creo que todo esto es básico. Nos llevamos muy bien.

Hay parejas televisivas que trabajan juntas y no se llevan nada bien.

-Cuando haces humor, cuando intentas hacer comedia, la complicidad es imprescindible. Tienes que conectar con el que está a tu lado. No puedes hacer humor con alguien con el que te llevas mal o con quien no te llevas. Lo que te decía: complicidad, confianza y respeto son fundamentales en las parejas que hacemos humor.

Supongo que discutirán y se enfadarán como todas las parejas.

-Es raro, pero no. Nunca discutimos. Una vez estuvimos enfadados, pero muy poco tiempo. Los dos somos Libra, los dos nacimos el 5 de octubre. Tenemos algo que nos une, algo que dice que tenemos conexión.

El signo del equilibrio, ¿cumple con los requisitos para ser Libra?

-Aunque hago comedia y humor, aunque parezca muy payasa, que lo soy, fuera de las cámaras soy muy responsable, seria, soy tímida?

Quién lo diría...

-Cualquiera que me conozca a fondo. Ángel también es así, es serio, es tímido, es más introvertido que yo, un poco más.

Pues vaya sorpresa.

-Yo te puedo hacer una convención para 5.000 personas y sentirme como el salón de mi casa, pero en los temas íntimos somos como el resto de las personas y tenemos nuestra costra.

¿Cómo es Patricia Conde en la intimidad?

-Seria, reservada, prudente? Me gusta arriesgar y tomar decisiones, pero siempre desde un punto de análisis y con mucha prudencia. Cuando no estoy actuando, no soy esa persona que sale en la tele y que hace reír a la gente. Hay gente que me dice: Patricia, o eres muy seria o no te caigo bien. Cuando no conozco a la gente soy muy prudente.

Es el segundo programa que hacen juntos después de ‘Sé lo que hicisteis’. ¿Pensaba que un día volverían a estar juntos?

-Sí, claro, lo habíamos pensado muchas veces los dos. Teníamos seguro que algún día volveríamos a cruzar la raya y estaríamos cara a cara en la tele. Lo que nosotros tenemos es una suerte y algo que no siempre se encuentra en televisión; una pareja de cómicos que tienen un feeling y una química elevada a una altísima potencia.

¿Es difícil conseguir estos ingredientes en una pareja de cómicos?

-Muy difícil. Algunos la ponen de manera artificial y nosotros la tenemos de forma natural, es una suerte que surjan esas chispas cuando estamos juntos delante de una cámara.

Hay química, pero ¿cómo es trabajar con Ángel Martín? ¿Es muy quisquilloso y perfeccionista?

-Ángel es pura comedia y es muy generoso; hablamos el mismo idioma. No se puede hacer comedia en pareja si no eres generoso y mantienes un mismo tempo. Quizá por cómo es él, es tan fácil trabajar juntos.

¿Verano sin vacaciones? Todo el mundo haciendo ya la maleta para las vacaciones y Ángel y usted hablando de trabajo.

-Estaremos trabajando con este programa hasta mediados de julio y luego nos iremos.

¿Programa de verano?

-Seguiremos grabando programas. Nunca sabes cuánto va a durar un programa en televisión, todos conocemos cómo funciona este negocio.

¿Aunque sea en una plataforma?

-Sí, aunque el trabajo sea en una plataforma. Esto no deja de ser televisión, puede haber más paciencia que en una televisión en abierto, pero al final hay que ver resultados.

¿Qué humor busca como consumidora de comedia?

-Me gustan muchos tipo de humor: Buenafuente, Berto Romero, Broncano, Joaquín Reyes, Colubi, Cansado?

¿Por qué siempre hace humor? ¿Nunca se ha planteado hacer cosas más serias?

-A mí me parece muy serio hacer humor. Hecho muchas convenciones empresariales muy serias. Me contratan para dar algún toque de humor a unos ámbitos en los que reina la seriedad. En la serie Buen Agente hacía de policía?

Esa serie fue una comedia.

-Pero yo no hacía chistes. Era un personaje serio, frío. Cuando te dan un guion y lo lees, ves si te motiva o no el proyecto. Lo que pasa es que a mí la comedia me sale sola. Es algo que nací con ello y nadie me lo puede quitar, no es algo que yo elija y diga: Quiero hacer esto, no. Estaba casi predestinada a hacer humor y comedia.

Dicen que hacer comedia es lo más difícil del mundo.

-Muchos compañeros me lo han dicho. Para mí no, es algo innato y lo aprovecho de esta manera. Me gusta mucho lo que hago, lo disfruto y no lo cambio por nada del mundo.

Ha pasado mucho tiempo desde la primera vez que la vimos en televisión, ¿lo recuerda?

-Uy, claro que ha pasado el tiempo, 20 años desde que empecé en El informal hasta hoy. Es una suerte la que he tenido, he estado sin parar durante todo este tiempo, bien sea haciendo publicidad, bien haciendo televisión.

Dice que Ángel que es usted la que manda cuando están en un plató.

-Es un hombre muy generoso que no tiene ningún problema en ceder el mando, es muy difícil encontrarte con compañeros de este calibre. Pero creo que no, en Dar cera y pulir #0, no manda nadie, los dos llevamos el volante del programa y los dos vamos a estar al frente.

¿Echa de menos ‘Sé lo que hicisteis’, un programa que ya es casi historia de televisión?

-Fue un éxito rotundo. Nosotros mismos no nos creíamos lo que estaba pasando. Se acertó con el formato y con todos los que allí estábamos. Éramos un equipo muy grande, con muchas posibilidades. Era un programa que se recuerda por era salvaje, canalla, gamberro? Pero eran otros tiempos de televisión, todo va cambiando, aunque Ángel y yo mantenemos la esencia.

¿Se considera una canalla?

En la televisión, sí. Fuera de ella ya te he dicho que soy otra cosa.

¿Es de las que cuenta los días que faltan para las vacaciones?

-No. Yo me escapo siempre que puedo. Un fin de semana largo, me cojo el jueves y me voy, no me lo pienso. Que me gusta Islandia, pues me voy cuatro o cinco días. Soy muy inquieta y cuando tengo tiempo, cojo las maletas y me voy al Norte.

Desde febrero o marzo, muchos y muchas andan a vueltas con la operación biquini, ¿usted?

-Ja, ja, ja? ¿Operación biquini? No, es cuestión de genética, puedo comer lo que quiero. A mí me encanta comer y como buena vallisoletana soy de primer plato, segundo y postre. Con mis amigos el mejor plan es dónde vamos a comer, dónde vamos a cenar.

Así que cuestión de metabolismo.

-Soy consciente de que tengo que estar en forma, pero no se me va la vida en ello. Esta última temporada he entrenado más de la cuenta, pero ha sido porque tenía un compromiso publicitario y quería estar bien para las fotos y me he machacado un poco más con mi entrenadora. Pero no soy de las que me meto caña, tengo muchas cosas por hacer y no puedo estar todo el día poniéndome en forma o contando calorías. Soy afortunada, hasta hoy la genética me ha funcionado, me puedo permitir el lujo de comer lo que quiero, no siempre, pero yo voy tirando como puedo.

¿Cuál es el plato que le hace salivar solo de pensarlo?

-Hay un plato de un restaurante madrileño que gusta mucho, mousse de langosta, es una delicia.

Tiene morro fino.

-Sí, pero como de todo. Me encanta la comida japonesa, me muero por un buen cordero lechal. La caldereta de bogavante me chifla, es un plato que me entusiasma, fíjate, me gusta más que la de langosta.