Bizkaia entra en el futuro de la formación y de la modernidad tecnológica. Esta mañana la Diputación Foral de Bizkaia y Fundación Telefónica activaron de forma oficial 42 Urduliz, un campus de programación que aspira a revolucionar la educación para acceder a empleos digitales, los más solicitados por las pequeñas y medianas empresas del territorio.

Un método de formación diferente por el que se han interesado casi 3.000 personas desde que se abrió la suscripción a finales del pasado año, de los que los primeros 110 aspirantes a optar a una plaza ya están protagonizando su primera fase de formación.

Una apuesta publico-privada de tanto calado que han participado en la apertura del curso tanto el diputado general, Unai Rementeria, como el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, y, con un vídeo desde París, la responsable de este formato de educación revolucionario, Sophie Verger.

En esencia, la fórmula 42 permite aprender diferentes disciplinas tecnológicas a los interesados sin profesores, sin clases y sin exámenes. Cuando se concluye la formación, que de media se prolonga tres años, no se obtiene un título pero sí las suficientes capacidades tecnológicas como para tener seguro un empleo al finalizar. Así lo avala el 100% de inserción laboral en más de 20 países de todo el mundo en el que el sistema 42 está presente.

Piscinas para sumergirse sin miedo

María José, Ander, Elisa, Silvia, Beñat, Lukas, Eva son algunos y algunas de los 110 aspirantes que ayer estaban presentes en la primera piscina , denominación escogida para esta prueba final de acceso definitivo al campus.

Ya han pasado tres de la cuatro semanas que durará este periodo y todos se mostraban entusiasmados con lo aprendido, "parecen más meses que semanas", ha indicado Mari Jose; por el ambiente generado "nada competitivo y casi como un familia" ha dicho Ander; y por "cómo aún siendo unas semanas locas, mi cambio de actitud es alucinante", ha asegurado Elisa.

El acceso a este campus es el más democrático posible. La única exigencia es contar con más de 18 años y superar una pequeña prueba inicial vía on line. No hacen falta conocimientos previos tecnológicos o de programación de ningún tipo y encima es gratuito utilizando equipos informáticos de última generación. Las instalaciones están abiertas las 24 horas del día (ahora solo limitadas por el toque de queda por la pandemia) para que puedan apuntarse cualquier interesado, incluso personas con empleo como Elisa, que estudió Informatica hace 20 años.

La diputada foral de Promoción Económica, Ainara Basurko, ha destacado durante la visita girada a las instalaciones ubicadas en cinco plantas de la antigua torre de Mecanica La Peña de Urduliz como "el aprendizaje se hace de manera personal y está basado en la colaboración con los compañeros con los que se hace frente a retos que el programa plantea". Otra fórmula de educación es la gamificación, técnica que traslada la mecánica de los juegos al ámbito educativo-profesional con el fin de conseguir mejores resultados.

Por su parte, Luis Miguel Olivas, director de Empleabilidad e Innovación Educativa de la Fundación Tecnológica ha destacado como de los 110 aspirantes de la primera piscina "el 30% son mujeres y el 90% residen en Bizkaia".

Tras la apertura del primer centro 42 en el Estado en Madrid hace año y medio, Urduliz es el segundo en marcha y en los próximos meses de junio y julio irá abriendo nuevas piscinas para ir evaluando a más aspirantes. El proyecto prevé alcanzar los 600 estudiantes, máxima capacidad de momento del campus.

El primer responsable foral, Unai Rementaria ha puesto el énfasis en la palabra conexión y todo lo que significa detallando cómo servirá para conectar "a nuestras empresas con la transición digital y con el talento formado". Álvarez-Pallete ha asegurado que en "42, los estudiantes aprenden a aprender porque, además de programadores, deben ser solucionadores de problemas". Por su parte la CEO de 42 ha dicho que su fórmula disruptiva de aprendizaje sirve para "crear una sociedad más inclusiva en el futuro, más cercana, solidaria y justa".