Detenidos diez menores por agredir a homosexuales a los que citaban por aplicaciones

Los Mossos d'Esquadra han detenido a diez menores y a un joven de 18 años acusados de concertar citas con homosexuales a través de aplicaciones para quedar con ellos de noche y en lugares aislados, donde acudían en grupo y los amenazaban, agredían y les robaban el móvil y tarjetas de crédito.

Según ha informado este martes la policía catalana, por el momento se ha podido constatar que los detenidos participaron en un total de 9 agresiones, tres de las cuales no fueron denunciadas porque las víctimas temían represalias, y además se sospecha que podrían haber cometido al menos otros tres asaltos más.

Agravante de odio y discriminación

Los Mossos aplican a los detenidos la agravante de odio y discriminación, debido a la selección de las víctimas, al tratarse de personas homosexuales, así como por las circunstancias en las que se producían las agresiones, según han detallado a EFE fuentes cercanas al caso.

La investigación policial se inició en marzo pasado, a raíz de dos denuncias por hechos parecidos cometidos en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), y ha finalizado con las detenciones de los sospechosos, a los que se atribuyen los delitos de lesiones, robo con violencia e intimidación, amenazas, coacciones, extorsión y estafa, cometidos mediante el uso de redes sociales y aplicaciones de contactos.

A raíz de las dos primeras denuncias, los Mossos comprobaron que las víctimas habían concertado citas a través de una aplicación de contactos, lo que permitió vincular estos hechos con otros cometidos anteriormente en Badalona (Barcelona).

Escalada progresiva de la violencia

Los Mossos, con la autorización de la Fiscalía de Menores, llevaron a cabo labores de seguimiento, lo que permitió constatar que los detenidos actuaban como un grupo criminal, siguiendo un mismo método. En concreto, captaban a las víctimas mediante aplicaciones de contactos y concertaban una cita nocturna en espacios aislados, donde aparecían en grupo y las agredían o intimidaban.

Durante la investigación, los Mossos detectaron una escalada progresiva de la violencia. De este modo, robaban el móvil y las tarjetas bancarias a las víctimas, a las que extorsionaban para obtener las claves y números secretos, con el objetivo de hacer un uso fraudulento, tras lo cual vendían el teléfono sustraído. En el marco de la investigación, en mayo pasado ya se detuvo a tres presuntos miembros del grupo, mientras que en la fase final se ha arrestado a once personas, entre ellas los autores materiales de las agresiones y menores que utilizaban las tarjetas robadas en establecimientos comerciales y vendían el material sustraído.