La Audiencia Provincial de Madrid ha ordenado el ingreso en un psiquiátrico de un joven de 24 años que casi mata a golpes a su madre en el transcurso de un brote psicótico en el que escuchaba voces que le decían que peleara con el diablo.

Los hechos se produjeron el 10 de febrero de 2022 en el piso familiar situado en el barrio madrileño de Las Rejas. La madre sufrió un traumatismo craneoencefálico severo e ingresó muy grave en el Hospital Ramón y Cajal. Los médicos pudieron salvar la vida de la víctima.

Según la sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, los magistrados aprecian la eximente completa de enajenación mental, por lo que absuelven al acusado al carecer de responsabilidad penal por su condición de enfermo mental al padecer una esquizofrenia paranoide.

De no haber concurrido dicha eximente, se le impondría la pena de cuatro años y seis meses de prisión, en atención al grado de consumación del delito y la concurrencia de una circunstancia agravante.

Por tanto, ahora se le impone una medida de seguridad de internamiento en centro adecuado para tratar su enfermedad, durante un tiempo máximo de cuatro años y seis meses, que podrá reducirse y sustituirse por decisión de ese tribunal según la evolución del tratamiento de la enfermedad.

En el juicio, la madre del chico pidió al tribunal que ayudara a su hijo a ingresar en un hospital psiquiátrico por su patología psiquiátrica, lamentando que su familia hubiera sido "dejada de la mano de Dios".

Ante sus ruegos, el presidente de la Sección 23 quiso apaciguar su angustia al no querer declarar en contra de su hijo. "Somos muy conscientes de que los enfermos mentales están muy desatendidos por el sistema judicial y sanitario", comentó entonces el juez.

LA GOLPEÓ CON UNA MULETA

Al chico se le acusaba de dejar grave a su progenitora tras golpearla con una muleta, lo que la provocó un grave traumatismo craneoencefálico. La fiscal solicitaba cuatro años y seis meses de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa y otro de resistencia a agentes de la autoridad.

Su familia, a través de su abogado, reclamó que se le aplicara una eximente completa por enfermedad mental para que pasara a ser inimputable al tener en el momento de los hechos alteradas las capacidades cognitivas y volitivas.

El chico cumplía prisión preventiva en la cárcel ordinaria de Soto del Real en el módulo de enfermería por sus graves problemas mentales y se encuentra bajo tratamiento psiquiátrico.