Bilbao. La investigación por el brutal ataque sufrido por una pareja de jóvenes en Bakio la pasada semana va poco a poco estrechando el cerco alrededor de Ariel, el joven brasileño detenido desde el lunes como principal sospechoso del apuñalamiento. Según ha podido confirmar DEIA, la policía científica ha confirmado que el cuchillo hallado el pasado viernes en los acantilados cercanos a la zona de la agresión encaja a la perfección con la funda de un arma blanca de grandes dimensiones encontrada por los agentes a principios de semana en la misma área donde B. M., de 17 años, y su novia, M. F., de 18, fueron asaltados.

Precisamente, esa funda tiene una gran importancia en la investigación, ya que en ella se encontraron restos de ADN que coincidían con los hallados en unas prendas ensangrentadas del detenido. Esa fue la primera prueba que vinculaba presuntamente a Ariel con la agresión. Pero faltaba el arma. Tras un exhaustivo rastreo, agentes de la Unidad de Montaña de la Brigada Móvil de la Ertzaintza la localizaron por fin en un acantilado de difícil acceso. Y Según ha sabido DEIA por fuentes relacionadas con el caso, el cuchillo es de la misma marca que la funda localizada días antes. Además, ambos objetos encajan perfectamente. Los agentes de la policía científica se encuentran analizando ahora los restos de ADN que tiene el cuchillo para determinar si pudiera coincidir con el de las víctimas.

Esta confirmación supone un paso más en una diligente investigación que ha contado con la colaboración ciudadana como una de sus principales bazas. De hecho, los mismos agentes encargados de la investigación han alabado la positiva respuesta de los vecinos de Bakio que, nada más tener conocimiento de la agresión, comenzaron a intercambiar información hasta que centraron sus sospechas en el detenido. Se trataba de Ariel, un joven de 32 años de nacionalidad brasileña que lleva cuatro años residiendo en la localidad.

EL ataque La madrugada del pasado sábado, alrededor de las 4.30 horas, B. M. y M. F, bajaban a Bakio por una carretera secundaria después de haber disfrutado de la tradicional romería de Eneperi. Según consta en la declaración de las víctimas, una persona se cruzó con ellos y les pidió un cigarro; los jóvenes respondieron que no tenían tabaco y entonces, sin mediar discusión, el agresor se echó encima de la chica con la intención de clavarle un cuchillo. B. M. se interpuso entre el arma y su novia y acabó recibiendo una cuchillada en el hombro. El joven pasó el día en el hospital de Basurto y recibió el alta médica el domingo. Según personas cercanas a su círculo íntimo, la víctima se encontraba en estado de shock y muy nerviosa.

Peor suerte corrió su novia. M. F.. La joven recibió una cuchillada que le perforó un pulmón y que afectó a una arteria, quedando gravemente herida en la cuneta. La rápida intervención de una enfermera que pasaba por el lugar en aquel momento le salvó la vida. M. F. estuvo varios días en la UVI hasta que, a mediados de la pasada semana, pasó a planta en el hospital de Cruces, donde se recupera satisfactoriamente de sus graves lesiones.

La noticia de la agresión corrió como la pólvora por Bakio. Tanto que aquella misma noche ya se apuntaba a un sospechoso, Ariel. La Ertzaintza le tomó declaración el sábado y le detuvo formalmente el lunes. La identificación de los testigos y de una de la víctimas, su camiseta ensangrentada, el hallazgo de su ADN en una funda de cuchillo localizada en la zona de la agresión y ahora la confirmación de que el cuchillo pertenece a la citada funda son evidencias de peso. Mientras tanto, Ariel espera el desenlace en la cárcel de Basauri.