Al comienzo de los años 30 del pasado siglo, no existía la sanidad universal y quien no podía permitirse abonar los costes que la asistencia médica y la cirugía sanitaria implicaban, apenas contaban con más alternativa que la beneficencia. 

El principal avance en el terreno de la atención sanitaria hasta la fecha había sido la creación de mutualidades que ofrecían asistencia médica restringida a ámbitos profesionales o gremiales muy concretos, pero donde quedaban excluidas las costosas intervenciones quirúrgicas. 

En Bilbao, en 1933, los doctores Vicente San Sebastián y Enrique Ocharan propusieron de forma pionera al Colegio Oficial de Médicos de Vizcaya la creación de una mutua quirúrgica a la que mediante una modesta aportación se podrían acoger un número amplio de personas de toda condición, para ser atendidos por los cirujanos y especialistas que libremente se adhirieran a la iniciativa. 

Idea revolucionaria

La idea, revolucionaria para la época, generó una gran aceptación entre sus potenciales beneficiarios, resaltándose la originalidad de un proyecto que se declaraba sin ánimo de lucro. La controversia surgió, sin embargo, en el seno del propio colectivo médico donde, aunque muchos profesionales saludaban la conveniencia del proyecto, un grupo de disidentes impidió en una asamblea general extraordinaria del organismo colegial que el proyecto recabara el respaldo suficiente. 

Lejos de cejar en el empeño, Vicente San Sebastián, Enrique Ocharan, Daniel García y Santos Pagadigorria, como socios fundadores, y Severino Achucarro y José Luis Echevarria como adheridos, decidieron poner en marcha la iniciativa por su cuenta, elevaron recurso ante el Consejo General de Colegios de Médicos de España y, amparados en la Ley de Asociaciones en aquel momento vigente, presentaron su reglamento ante el Gobierno Civil de Vizcaya creando el 11 de mayo de 1934, en Bilbao, la Asociación del Igualatorio Quirúrgico y de Especialidades, el embrión del actual IMQ y primer sistema de asistencia sanitaria privada organizado del Estado, 8 años antes de que se pusiera en marcha un sistema público. 

La sociedad iniciaría su andadura en la calle Luchana nº 10 de Bilbao, contando el 1 de julio de ese mismo año con cerca de 1.500 asegurados, que tres meses después se elevaron a 5.000 socios y en apenas medio año alcanzaron los 12.000, sobrepasando los cálculos más optimistas. 

Fin altruista y social

Sus estatutos establecían ya el fin altruista y social que formaría parte de la identidad del nuevo organismo, ejemplificado también en las normas económicas que se arbitraron para poder ser asegurados: que los sueldos de los beneficiarios no pasaran de las 1.000 pesetas mensuales, que la renta familiar no rebasara las 10.000 pesetas anuales o que la de las casas de comerciantes e industriales no superara las 200 pesetas al mes a fin de preservar el carácter solidario y de compromiso social con el que la entidad surgía. Los honorarios médicos se pagaban mediante una caja común que proporcionaba a las familias de limitados recursos, servicios médicos y, sobre todo, quirúrgicos sin que entre el médico y el enfermo se interpusieran intereses comerciales ajenos. 

Años después, en 1942, se sumaría al proyecto el Igualatorio Médico Bilbaíno surgido en 1941 de la mano de Enrique Laucirica. Nacía así el Igualatorio Médico Quirúrgico y de Especialidades, actual IMQ, agrupando ya a casi dos centenares de médicos.

En 1959 pasó a ser Sociedad Anónima tras adaptarse a la Ley de Ordenación de Seguros Privados y en los años 60 daba ya servicio a más de 60.000 familias con un cuadro de 814 médicos, el 90% de los que entonces ejercían en Bizkaia.

Nuevo modelo de asistencia sanitaria

El nacimiento del IMQ supuso, sobre todo, la aparición de un nuevo concepto y modelo de asistencia sanitaria, que se reflejaba tanto en su filosofía como en sus objetivos y que sirvió de base y referencia para el resto de igualatorios y sociedades médicas que surgieron posteriormente en España a nivel provincial. Ambas características, unidas a sus particulares criterios de funcionamiento y organización y la propiedad accionarial detentada por los propios médicos han constituido a lo largo de los años sus principales señas de diferenciación respecto al resto de las empresas del sector que funcionan en España. 

Desde entonces, la compañía, ha ido culminando diversos hitos en su andadura hasta conformar un potente holding empresarial líder en el segmento de la asistencia sanitaria, sociosanitaria y de prevención de riesgos laborales en el País Vasco con actualmente más de 385.000 clientes.

Retrato del doctor Vicente San Sebastián. IMQ

Los fundadores

IMQ no habría existido seguramente sin el empuje de dos personas visionarias, Vicente San Sebastián Arana y Enrique Ocharan Posadas. Nacido en 1887 en Bilbao, Vicente San Sebastián fue un médico comprometido con su tiempo. Finalizados sus estudios, ingresó en el Hospital Civil de Atxuri y asumió en 1914 la jefatura del servicio de Cirugía del Hospital de Basurto, construyéndose bajo su dirección el más moderno cuarto de socorro de la época. Fue uno de los fundadores de la Asociación del Igualatorio Quirúrgico y de Especialidades y su primer presidente. En 1947 puso en marcha la clínica que llevó durante años su nombre. Fue también vicepresidente del Colegio de Médicos de Bilbao. La historia le recuerda como el primer cirujano que realizó una operación de perforación gástrica en España, aunque obtuvo renombre internacional tras extraer de forma casi milagrosa la aguja que se había clavado en el corazón una modista de Bilbao, una operación que abriría nuevos horizontes en el estudio de este órgano. También alcanzó fama como cirujano jefe de la plaza de toros de Vista Alegre.

Enrique Ocharan fue en 1933 el encargado de exponer al Colegio de Médicos el proyecto de lo que llamó Mutual Médico-Quirúrgica de Vizcaya, más tarde reformado y presentado de nuevo junto con Vicente San Sebastián con el nombre de Caja Quirúrgica, organización que más tarde daría lugar, primero a la Asociación del Igualatorio Quirúrgico y de Especialidades, y luego al Igualatorio Médico Quirúrgico y de Especialidades, entidad de la que sería su primer secretario general.