Ya sea por trabajo, por ocio o por puro sedentarismo, podemos pegarnos unas cuantas horas sentados en una silla o en un sofá delante del ordenador, viendo la televisión o enganchados al teléfono móvil. Algunos relojes inteligentes o pulsómetros ya se encargan de avisarte con un mensaje cuando llevas un tiempo (habitualmente una hora) sin moverte, animándote a levantarte y al menos dar unos pasos.

Lo hacen porque permanecer mucho tiempo sentado no es bueno para la salud, por mucho que horas antes o después hayas hecho ejercicio físico o practiques deporte con regularidad. Y hay que tenerlo en cuenta para poder contrarrestar los efectos más nocivos que genera el sedentarismo en nuestro cuerpo: aumento del riesgo de obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y otras dolencias crónicas.

Lo que no se ha podido determinar científicamente hasta ahora es con qué frecuencia deberíamos levantarnos de la silla, y se han dado explicaciones contradictorias y poco claras. Hay que partir de la base de que no todo el mundo en sus horas de trabajo, si es un trabajo de oficina, puede levantarse y caminar durante unos minutos, pero más allá de la jornada laboral es conveniente evitar periodos prolongados sentados.

Para arrojar algo de luz y darnos unas pautas sobre este asunto, un reciente trabajo elaborado por un grupo de fisiológos de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, ha tratado de fijar unas cifras. Así, la investigación afirma que en el caso de pasar varias horas sentados deberíamos levantarnos una vez cada media hora y no conformarse con dar unos pasos, sino caminar durante cinco minutos.

Un estudio exhaustivo

¿Cómo han llegado hasta esa conclusión? Realizando un estudio con un grupo de personas de entre 40 y 56 años y con un buen estado de salud. Todos ellos acudieron a un laboratorio en el que pasaron ocho horas sentados en una silla ergonómica trabajando con un ordenador portátil, utilizando el teléfono móvil o leyendo y con un paréntesis en el que se levantaban para una actividad programada (andar en una cinta) o para ir al baño. Y durante esas horas midieron constantemente su presión arterial y su nivel de azúcar en sangre.

Todo ello lo analizaron con diversas frecuencias y niveles de actividad para comprobar las diferencias entre ambas. Es decir, levantarse y pasear un minuto después de cada media hora sentado, lo mismo pero con una hora, caminar cinco minutos cada media hora o sentado o cinco minutos cada hora. La última opción era no caminar.

La investigación determinó que la fórmula más beneficiosa es la de caminar cinco minutos cada treinta minutos sentado, ya que fue la única que consiguió reducir de manera notable la presión arterial y el nivel de azúcar en sangre. Además, todas las fórmulas que incluían caminar, salvo la de un minuto cada hora, llevaron a reducir la fatiga y a mejorar el estado de ánimo.