El sol, la playa, la arena..., pueden convertirse en los grandes enemigos de los ojos si no se siguen unas recomendaciones básicas para evitar conjuntivitis, hinchazón, fotosensibilidad, irritaciones e infecciones, entre otras dolencias que pueden afectar a la salud ocular. 

Expertos del equipo médico del Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología (ICQO) de Bilbao recomiendan en verano cuidar los ojos a diario con unas simples pautas. 

Como con todo, una buena higiene es esencial pero sobre todo en esta época, ya que la arena puede meterse en los ojos, el agua del mar y la piscina pueden provocar irritaciones y, el aire acondicionado, sequedad. Otro aspecto clave es elegir el color de los cristales de las gafas de sol, puesto que cada uno de ellos está indicado para una patología ocular concreta.

Bien es sabido también que las lentillas y el agua no son compatibles. Son muchas las personas que se tiran a la piscina o al mar con lentes de contacto sin ser conscientes del peligro que ello conlleva. En los casos graves puede provocar heridas y complicaciones para quitarlas. 

En su composición, las lentillas contienen su propia agua y al bañarse con ellas puestas pueden perder su propio contenido acuoso y que los microbios y bacterias presentes en el agua se queden pegados a la superficie ocular provocando infecciones, conjuntivitis o queratitis. Además, hay que tener en cuenta que las bacterias presentes en el agua del mar y el cloro de las piscinas pueden ser perjudiciales para nuestros ojos. Para evitar daños, Juan Durán, director médico y oftalmólogo del Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología (ICQO) recomienda el uso de gafas de buceo o incluso gafas de sol graduadas. Lo importante es que protejan los ojos y que estos sufran lo menos posible aun con lentillas puestas. 

El color de los cristales

A las gafas de sol se las elige en la gran mayoría de las veces por su estética, pero no se les presta especial atención a algo tan sencillo como al color de sus cristales. Pero tiene su significado. Por ejemplo, las verdes están indicadas para las personas hipermétropes, ya que mejora su visión y el contraste, y las marrones, para los miopes e incluso para aquellos que están operados de cataratas o cirugía refractiva, puesto que se adecuan a los espacios de iluminación que alteran zonas de luces y sombras. También existen los cristales de color amarillo, que ofrecen una gran luminosidad y contraste. Por otra parte, los grises, son ideales para utilizarlos en cualquier momento. No obstante, las gafas más demandadas en verano son las polarizadas, muy aptas para la playa puesto que evitan los deslumbramientos del mar.