La cerveza, junto con el vino, es una de las bebidas alcohólicas más populares y más consumidas en España y está presente de forma habitual en reuniones sociales, familiares o de amigos. Un 81% de los adultos consume esta bebida, siendo un 53% hombres y un 47% mujeres, según un informe de Cerveceros de España.

Aunque la variedad sin alcohol va ganando terreno, de momento solo supone un 14% del total de la cerveza consumida. Así pues, pese a que hay especialistas que aseguran que lo más sano es no ingerir ni gota de alcohol, hay estudios que avalan que, eso sí, consumida con moderación, la cerveza tiene algunos efectos saludables para el organismo. 

Beber alcohol en exceso, llevar una dieta inadecuada o la falta de ejercicio son factores clave para la aparición del colesterol, uno de los problemas de salud que más ha aumentado en los últimos años y que es el responsable de muchas enfermedades cardiovasculares, entre ellas los temidos infartos.

¿Y qué es el colesterol? Es una sustancia grasa, producida por el organismo e ingerida a través de los alimentos, que forma parte de las membranas celulares, los ácidos biliares, las lipoproteínas y las hormonas esteroideas. Cuando su nivel es alto, puede acumularse en las arterias y provocar su obstrucción (arteriosclerosis) y ser el origen de otras enfermedades cardiovasculares.

Un hombre toma una hamburguesa con patatas, acompañada de una cerveza. Freepik

Colesterol bueno y malo

Y en este punto nos surge la duda: ¿puedo beber cerveza si tengo el colesterol alto? Pues bien, varios estudios aseguran que si la cerveza es consumida con moderación y forma parte de una dieta equilibrada, puede resultar incluso beneficiosa para el colesterol: aumenta el colesterol bueno y disminuye los niveles del colesterol malo y de los triglicéridos, ayudando así a evitar enfermedades cardiovasculares. 

El colesterol bueno, conocido como HDL, lipoproteínas de densidad alta, tiene una función positiva, ya que envía al hígado parte del colesterol que sobra para que sea eliminado. Ayuda a disminuir los niveles de colesterol malo, se produce de forma natural en nuestro organismo y podemos aumentarlo con la dieta.

Por su parte, el colesterol malo, el de baja densidad (LDL), se acumula en las arterias dificultando el paso de la sangre y elevando el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas que pueden incluso llegar a causar la muerte. Lo ideal es mantenerlo por debajo de los 100mg/dL o por debajo de 70mg/dL si hay enfermedad de las arterias coronarias.

Una cerveza fría y espumosa. Freepik

Beneficios de la cerveza

Un consumo esporádico y responsable de cerveza, gracias a la composición de esta bebida a base de ingredientes naturales, lúpulo, malta de cebada, agua y levadura, nos ofrece un importante aporte de vitaminas del grupo B, así como vitaminas A, D, E y polifenoles

Todo ello tendrá en nuestro orgnanismo un efecto antioxidante, antiinflamatorio, diurético y antibacteriano, será bueno para combatir la hipertensión y el envejecimiento prematuro y beneficiará a nuestros sistemas óseo e inmunológico. 

Además, el gas carbónico que aporta la cerveza favorecerá la circulación sanguínea de la mucosa bucal, lo que nos ayudará a hacer la digestión.

Baja en calorías

Injustamente considerada la única culpable de la barriga cervecera, es un alimento bajo en calorías: 100 ml de cerveza tienen solo 45 kcal. Eso sí, debe consumirse siempre con moderación, es decir, los hombres no deben tomar al día más de tres cañas (600 ml) y las mujeres no más de dos cañas (400 ml). 

Mujeres embarazadas o lactantes, menores de 18 años, personas que tomen medicación o que vayan a conducir o manejar maquinaria pesada, entre otros, deben abstenerse de consumir cerveza con alcohol.

Conclusión: si quieres beber cerveza de forma saludable, debes hacerlo con moderación, además de llevar una dieta y un estilo de vida adecuados en el que no haya lugar para el sedentarismo.