En plena Semana Santa y con la semana de Pascua ya encima, son muchos los viajeros que preparan pequeñas salidas para desconectar junto con la familia o con un grupo de amigos en una casa rural. Por regla general se buscan escenarios tranquilos que permitan alejarse de la rutina y que donde el teléfono móvil permanezca en silencio.

En la búsqueda de entornos que ofrezcan un plus de cierto aislamiento, belleza paisajística, patrimonio con personalidad estos son 10 destinos que no demasiado conocidos pero que aspiran a conquistar el corazón de quienes los visiten. Y a hacerse con el reconocimiento de Capital del Turismo Rural 2023

Zerain, en el Goierri guipuzkoano, es una de los pueblos que aspira al título de Capital del Turismo Rural 2023. Ruben Plaza

Zerain (Gipuzkoa)

Junto al Parque Natural de Aizkorri, en el Goierri guipuzcoano, se encuentra Zerain un pueblo de intenso pasado minero. La riqueza que esta actividad industrial en torno al hierro se plasma en el palacio Jauregi con su espectacular sillería de piedra y entramados de madera. También se debe conocer, por fuera, la antigua cárcel del siglo XVIII y el museo etnográfico. Además se pueden visitar el complejo minero de Aizpea, la montaña de Hierro.

Colmenar de Oreja (Madrid)

Al sur de la Comunidad de Madrid, en el límite con Toledo y a 50 km de la capital, Colmenar de Oreja casi le come la tostada a Chinchón en lo que a plazas porticadas se refiere. Quienes conocen la de Colmenar no la olvidan y la disfrutan con gusto. Otros monumentos que enriquecen esta villa son el teatro municipal Diéguez, el museo Ulpiano Checa, la iglesia de Santa María la Mayor, la ermita del Cristo Divino.

Bocairent (Valencia)

Para muchos viajeros el interior de las comunidades costeras suelen quedar olvidado, algo que es un error porque se pierden pueblos como Bocairent, sobre el cañón del río Clariano. Es un pueblo muy especial en el que se combinan las casa amontonadas junto a otras excavadas en la roca. Las casas y el entramado de calles se adaptan a la configuración orográfica del terreno, lo que la llena de rincones y callejuelas con un encanto y una atmósfera muy particulares.

Campo Lameiro (Pontevedra)

Este municipio gallego une a la magia de sus bosques y su paisaje ser el punto más importantes de petroglifos (dibujos y grabados en piedra) de Europa. Para poder conocerlos a fondo lo mejor es visitar el Parque Arqueológico de Arte Rupestres, que ofrece la oportunidad de aprender casi todos sobre estos grabados prehistóricos a lo largo de un recorrido de tres kilómetros. También se puede visitar la recreación de un poblado de la Edad de Bronce. La abundancia de caballos salvajes por el monte explica que estos animales estén muy representado en los dibujos de las rocas.

Candeleda (Ávila)

El valle de Tietar, a los pies de la sierra de Gredos esconde Candeleda, una pequeña población cuyo casco antiguo es un entramado de calles estrechas y casas ejemplo de la arquitectura tradicional de la zona. Entre ellas destacan la Casa de las Flores, ubicada en la plaza Mayor, y la Casa de la Judería. Los aficionados a los productos gourmet de origen artesano no deben de dejar de visitar los secaderos y molinos de pimentón, la estrella de la localidad. Los chozos y majadas, antiguos refugios de pastores, también forman parte del atractivo local.

Cardona (Barcelona)

La sal siempre ha sido un importante recurso. Por ello la montaña de sal de Cardona se encuentra custodiada por un imponente castillo que se alza sobre el casco viejo medieval de la localidad. Ahora, las galerías de extracción de sal se puede visitar gracias la Parque Cultural de la Montaña de Sal y los turistas llegan a un castillo convertido en Parado Nacional. El Centro de Artesania Art Salt muestra las infinitas posibilidades de este porductomás allá de la cocina.

Nalda (La Rioja)

Nalda, en el valle riojano de Iregua, ofrece a los visitantes un paisaje muy especial, un caco históric medieval, un castillo en ruinas, una muralla del siglo XIII, diversas iglesias y ermitas o un viejo monasterio. Todo ello justifica cualquier visita, pero las Cuevas de los Palomares son lo que más llama la atención. Son oquedades en la roca comunicada entre sí por pasillos que no se tiene muy claro si son antiguos eremitorios de ermitaños o criaderos de palomas como sugiere el nombre.

Ricote (Murcia)

La vega del valle del Ricote es un paraje de huertos y plantaciones frutales, entre las que destacan las palmeras datileras y los melocotoneros. La floración de estos últimos a finales del invierno hace empalidecer a la famosa de los cerezos del Jerte. Entre los siete municipios que lo integran destaca el propio Ricote, último enclave morisco de la zona levantina y por ello conserva para deleite de visitantes y amantes del arte numerosas muestras del estilo oriental que caracterizó a esta comunidad hasta su expulsión.

Segura de León (Badajoz)

Las dehesas que rodean la extremeña Segura de León son el paraje donde la raza ibérica de cerdo cría y crece a placer para convertirse en un destino relevante para los amantes de los derivados del cerdo. Pero lo que hace destacar esta localidad sobre sus vecinas Frenegal de la Sierra, Cabeza de Vaca o Calera de León es un imponente castillo levantado por la medieval orden de Santiago en el siglo XIV. Esta fortaleza extraordinariamente bien conservada se puede visitar después de recorrer un casco histórico de casa blancas y conocer una plaza mayor con soportales de agradable sombra.

Elche de la Sierra (Albacete)

El próximo 7 de junio es la fiesta religiosa del Corpus Christi, aunque a efecto laborales se haya pasado a un fin de semana. Esta fiesta es uno de los días grandes de la localidad de Elche de la Sierra, cuando sus vecinos decoran las calles del pueblo con alfomnbras de serrín con motivos religiosos y florales. La iglesia de Santa Quiteria, de estilo neoclásico, destaca sobre el resto de los edificios del casco histórico. Pero son las calles singulares que rodean esta iglesia, con sus enrejados y adoquines, sus escaleras las que dan al visitante la tranquilidad que se busca en los viajes. Como premio para quien hasta aquí llegue, se puede visitar la tumba del general cartaginés Amílcar Barca, murió en el río Segura durante la batalla de los Toros de Fuego, en el año 218 aC.