La película "Pinocho", del mexicano Guillermo del Toro, consiguió esta noche el Oscar al mejor largometraje de animación en la 95 edición de los Premios de la Academia de Hollywood.

"La animación es cine, la animación no es un cadete y la animación está lista para dar el siguiente paso, ya estamos para ello. Ayúdenos a mantener la animación en la conversación", apuntó el cineasta tras recibir el premio de manos de los actores Dwayne Johnson y Emily Blunt.

El mexicano agradeció su apoyo a Netflix, plataforma de la cinta, y dedicó el premio a su esposa, sus hijos y sus difuntos padres.

"Pinocho" es uno de los proyectos más personales del mexicano y hacerla le tomó la mitad de su carrera como cineasta por el esmero artesanal que le tomó hacer un filme de animación foto a foto ("stop-motion").

Y le está trayendo también muchas alegrías, pues antes de subir a recibir la tercera estatuilla dorada de su trayectoria, Del Toro fue vencedor con este filme en los Globos de Oro, los Critics Choice Awards, los Annie Awards y los BAFTA, entre otros.

El mexicano regresó a los Óscar tan solo un año después de que su filme "El callejón de las almas perdidas" recibiera una nominación a mejor película, aunque desde 2018 -con "La forma del agua"-, el director no había vuelto a tomar entre sus manos un nuevo óscar.

Del Toro venció a las cintas "Red" de Domee Shi, "El gato con botas: El último deseo", de Joel Crawford y Januel Mercado, "El monstruo marino" de Chris Williams, y "Marcel The Shell With The Shoes on", de Dean Fleischer Camp.

"Pinocho", una coproducción entre Estados Unidos, México y Francia, también fue dirigida por Mark Gustafson y está basada en el cuento clásico de Carlo Collodi, pero fue ambientada en el contexto de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

En la cinta Del Toro hace una oda a la desobediencia y la narrativa navega entre la dualidad de la vida y la muerte.