El PNV vuelve a dirigirse de manera expresa a Pedro Sánchez para que corrija el lento rumbo de las negociaciones de transferencias con el Gobierno vasco, porque es el máximo responsable de sus equipos negociadores, es el presidente del Gobierno español, y además es quien firmó el pacto de investidura con los jeltzales. Tras el primer aviso que le envió Maribel Vaquero desde el Congreso y la advertencia del lehendakari Pradales, este jueves fue el presidente de la Ejecutiva jeltzale en Bizkaia, Iñigo Ansola, quien admitió la “preocupación” del PNV y pidió cuentas al socialista. Estas son las declaraciones públicas del PNV, que en privado mantiene sus contactos con el Gobierno español.
En una entrevista en Euskadi Irratia, Ansola reconoció la “preocupación” del PNV ante la posibilidad de que el año termine sin que se transfieran las competencias del Estatuto de Gernika. Sánchez se comprometió a hacerlo en dos años improrrogables, que terminan el 31 de diciembre. Ansola recordó que Sánchez es “el máximo responsable” de la situación, en la medida en que es el presidente del Gobierno español. De todos modos, avisó de que el PNV hará “todo lo posible hasta el último momento” y, como ya hizo el lehendakari Pradales, puso de manifiesto “las trabas políticas y administrativas” que esgrimen los funcionarios estatales pero que, en realidad, son “muy sencillas de superar”.
“Estamos preocupados porque los días siguen pasando, no falta mucho para que termine el año, el Estatuto todavía no se ha cumplido, y vemos que en la negociación ponen obstáculos que son muy fáciles de superar”, constató, para exigir después a Sánchez que cumpla “la palabra dada” y los acuerdos firmados.
Entre las competencias que quedan por firmar están las del régimen económico de la Seguridad Social, con todas las prestaciones que tiene asociadas (para que las instituciones vascas puedan gestionar su reconocimiento y pago); los aeropuertos de Loiu, Hondarribia y Foronda; el traspaso total de Pasaia y su salida del catálogo de interés general del Estado, y la cogestión del puerto de Bilbao, que no se puede sacar de ese catálogo porque forma parte de la red Core Network, prioritaria para la Unión Europea.
Los escaños del PNV son imprescindibles para que Sánchez saque adelante cualquier medida que quiera someter al Congreso de los diputados, aunque en estos momentos la incertidumbre de la legislatura va más allá tras los órdagos que han lanzado Junts y Podemos.
Compromiso de Mikel Mancisidor
Además, Ansola tuvo la ocasión de revelar una anécdota privada en plena polémica con EH Bildu por la elección del próximo Ararteko o defensor del pueblo vasco. El experto Mikel Mancisidor, que ha trabajado con las Naciones Unidas, será proclamado con los votos de PNV, PSE y PP, mientras que EH Bildu cuestiona su imparcialidad, hubiera preferido a una mujer y, además, cree que no acredita el perfil lingüístico necesario para ejercer el cargo.
Pero Ansola reveló un dato para relativizar la crítica que hace EH Bildu sobre su conocimiento de la lengua vasca. Explicó cómo llamó por teléfono a Mancisidor para felicitarlo por su próximo nombramiento, y que la conversación se produjo en euskera, un detalle que el jeltzale quiso poner en valor porque demuestra que es euskaldunberri y “tiene un compromiso firme y está haciendo un gran esfuerzo por hablar euskera con mayor fluidez”.
Ansola también se pronunció sobre el cambio de rumbo comunicativo en el departamento de Seguridad, que ha decidido no ocultar el origen geográfico de los delincuentes arrestados por la Ertzaintza. Ansola puso en valor que esta decisión permitirá comprobar que el problema de la seguridad es más amplio de lo que pretenden hacer ver la derecha o la extrema derecha, y que quizás los datos de esta estadística de la Policía vasca sorprendan.