El lehendakari, Imanol Pradales, ha abogado por transmitir a los jóvenes que no conocieron "los tiempos oscuros" del terrorismo y la violencia policial ilícita en Euskadi que "la violencia no tiene cabida en nuestra sociedad y que solo aporta un sufrimiento infinito". Pradales ha presidido este lunes el acto organizado por el Instituto Vasco de la Memoria, Gogora, con motivo de la conmemoración del Día de la Memoria, elegido por las instituciones vascas por ser el único en el calendario sin víctimas mortales del terrorismo y la violencia.
El lehendakadari ha centrado parte de su intervención en la importancia de que los jóvenes tomen conciencia de la importancia de desterrar de la violencia y de que "la democracia y los derechos humanos no están asegurados y que debemos aprender del pasado para no repetir errores".
"Basta con repasar algunos acontecimientos de los últimos meses en Euskadi para comprobar que queda mucho camino por recorrer y que el riesgo de retroceso existe", ha alertado Pradales, que cree que la democracia cuenta con "resortes para blindarse ante los extremismos, los populismos y la intolerancia sin recurrir a la violencia".
Valores democráticos
Es necesario fortalecer los valores democráticos y recordar "el impacto de la violencia y de quienes la jalearon, pero también el coraje cívico de un parte mayoritaria de la sociedad que salió a la calle a defender la paz". Aunque no se puede cambiar el pasado sí es posible "aliviar el sufrimiento" de quienes han padecido violencia o "al menos no aumentarlo", ha continuado el lehendakari, que ha añadido: "Está en nuestra mano fijar las bases de la convivencia, deslegitimar la violencia y reconocer a todas las víctimas".
Para ello es necesario "alimentar cada día la memoria" y que esta sea "honesta y constructiva", que "reconozca sin tibieza que el dolor causado por todas las formas de violencia es injusto" y que se una memoria "terapéutica, que busque la empatía con todas las víctimas". La consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José, ha abogado por su parte por que las víctimas de la violencia "no sean también víctimas del olvido".
Memoria
"Son la advertencia de lo que jamás debe volver a ocurrir. Su testimonio ha de ser una llamada de atención a la juventud sobre el dolor y sufrimiento que genera el odio, el señalamiento del diferente como si de un enemigo se tratase, el sectarismo y la polarización", ha expuesto. San José ha alertado además de los "intentos de polarización" y de los esfuerzos por separar y monopolizar el dolor de unas víctimas para deslegitimar y negar a todas las demás". "Por eso es tan importante un día como el de hoy", ha recalcado.
El acto ha contado con la presencia de más de 50 víctimas del terrorismo -ETA, GAL y grupos de extrema derecha- y de la violencia policial y tres de ellas han participado en un coloquio dirigido por la directora de Derechos Humanos y Atención a Víctimas del Gobierno vasco, Ainhoa Zugasti. Han tomado la palabra Maixabel Lasa, viuda del exgobernador civil de Gipuzkoa Juan Mari Jauregi, asesinado por ETA en el año 2000; Amelia Machimbarrena, nieta del coronel de infantería Diego Fernández Montes, asesinado también por ETA en 1978; e Ixone Fernández, detenida en 2005 por la Policía Nacional acusada de colaborar con la banda terrorista -fue absuelta en 2009- y víctima de torturas.
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