Aunque la vivienda ha escalado a los primeros puestos en la lista de las preocupaciones de la ciudadanía en todas las encuestas, en este caso no se va a producir siquiera una tregua temporal entre los partidos como ocurrió con Osakidetza y la mesa para el pacto sanitario que propuso Pradales y en la que participó EH Bildu. Tras su encuentro con el lehendakari el pasado martes, Pello Otxandiano hizo oficial que en materia de vivienda sus modelos son diferentes, no están de acuerdo y EH Bildu no incluye esta materia dentro de los cinco posibles ámbitos de acuerdo que plantea a Imanol Pradales. El lehendakari reaccionó este miércoles en Onda Vasca, donde constató que, con esas palabras tras su reunión, Bildu se “autoexcluyó” de cualquier acuerdo en vivienda, y él cree que es “un error”, porque “gobierna en más de 100 ayuntamientos” (107) y, por tanto, tiene responsabilidad en materias como el urbanismo.
Este desacuerdo no sorprende a tenor de los precedentes. Desde que comenzó la legislatura, la vivienda ha sido para EH Bildu un ámbito de confrontación política con el PNV. Otxandiano decidió dar “oxígeno” al diálogo sobre Osakidetza y dejarlo al margen de la negociación presupuestaria a la espera de ver los frutos de la mesa para el pacto sanitario, aunque al final tampoco respaldó ese acuerdo y negó su propia existencia. Pero, en el caso de la vivienda, ni siquiera hay oxígeno. Este punto fue uno de los ejes principales de EH Bildu durante las conversaciones fallidas sobre las Cuentas vigentes. Las negociaciones llegaron a un punto muerto con el rechazo a la última oferta del consejero de Hacienda, Noël d’Anjou, que incluía una inversión plurianual de 100 millones para adquirir vivienda de protección oficial, y también pedía a EH Bildu que asumiera un compromiso político con el papel de sus ayuntamientos para recalificar suelos y exprimir el IBI para incentivar el alquiler social, entre otros puntos.
La idea del compromiso volvió a aflorar, no sin polémica, cuando PNV y PSE presentaron la proposición de ley de medidas urgentes de vivienda, que permite a los ayuntamientos rebajar el porcentaje de vivienda protegida en suelo urbanizable del 75% al 60% para que los promotores construyan más y se alivie la escasez. Si EH Bildu lo tildó de contrarreforma, el consejero socialista Denis Itxaso le respondió poniendo el peso en que la decisión corresponde a sus alcaldías. Desde entonces, EH Bildu ha defendido que se persigue su adhesión y que se ataca a sus siglas con afirmaciones inexactas.
La reunión frustrada para la conexión del TAV con el Estado francés
Pradales, por su parte, siguió poniendo en valor que, a pesar de las posiciones diferentes de cada uno, él y todos los grupos salvo Vox han podido hablar “en un clima cordial”. El lehendakari no quiso limitarse a cinco ámbitos de acuerdo y habló de vivienda, seguridad, aranceles... “Temas vamos a tener. Pero hace falta una voluntad sincera por parte de todos. El pleno de política general del jueves de la semana que viene será el momento de calibrarlo, y espero que sea un pleno de altura no solo en el estilo, sino en el fondo”, añadió.
Pradales adelantó también que este mes habrá otros tres encuentros del Basque Segurtasun Foroa en cada uno de los territorios históricos, y anunció que “probablemente tengamos un Presupuesto superior al vigente, siempre y cuando la recaudación se mantenga”. Sería otro Presupuesto “de récord”. Además, concretó a qué se refería con el impacto de la caída del gobierno francés: había concertado una reunión la primera semana de octubre para abordar la conexión del TAV hacia Dax con el ministro francés y el comisario europeo del ramo. Ahora toca volver a empezar.