Desde este fin de semana la vida de Imanol Pradales ha dado sin duda un vuelco. Designado ya oficialmente candidato del PNV a lehendakari se define como "una persona normal que nació en Santurtzi hace 48 años, que viene en la Margen Izquierda y que se ha dedicado a tener una vida normal como cualquiera". Reconoce que no se imaginaba que acabaría como candidato a lehendakari. "Nunca hubiera pensado estar aquí", afirma. 

Su designación responde, en su opinión, a una "evolución natural" como la que vivió anteriormente el PNV y considera que hay que verlo "con naturalidad" porque, además, no lo circunscribe a su persona sino a toda una generación. "No es Imanol Pradales, es un conjunto de personas intentando aportar lo mejor que tenemos y contando con la experiencia de quienes nos han precedido e intentando representar a generaciones más jóvenes". 

31

En imágenes: El PNV proclama a Pradales candidato a lehendakari Borja Guerrero

En esa experiencia de quienes han gobernado hasta ahora se deshace en elogios hacia quien ahora mismo ocupa Ajuria Enea. Considera que la Euskadi que ha dejado Iñigo Urkullu es "mejor" de la que se encontró en 2012. "Había 880 mil personas trabajando, hoy somo más de 1 millón. La tasa superaba el 15% y hoy es del 6,6. Los recursos públicos con los que contaba el gobierno rondaban los 10 mil millones de euros, hoy el Gobierno vasco maneja más de 15 mil millones", enumera. "Euskadi ha crecido y ha crecido bien. "El legado del lehendakari Urkullu es una Euskadi mucho mejor", destaca. 

Elevada conflictividad

Preguntado por la elevada conflictividad que estamos viviendo en los últimos tiempos, entiende que hay que hacer una "reflexión previa". "Apenas somos el 5% de la población en el Estado y se concentran el 50% de las huelgas en esta comunidad", apunta. "Ese es un dato que debe invitar a la reflexión. Además creo que hay una mayor conflictividad del ámbito laboral en lo público y parapúblico que no se corresponde con el peso que tiene lo público en la población ocupada", añade. 

Recuerda que en Euskadi hay más de un millón de personas trabajando y son sólo unas 165 mil las que lo hacen en el ámbito público pero es el sector con más conflictividad. "Son datos llamativos que nos deben hacer reflexionar. Creo en la cultura del diálogo, la negociación. Creo en un marco de relaciones laborales que prime la negociación", afirma y lamenta por eso que hayamos entrado en una dinámica de confrontación en la que la huelga es el "recurso ordinario". "Es una mala cultura", remarca. 

"Me gustaría que el foco no estuviera solo en el entorno de la conflictividad ligado a lo público. Si en este país somos 165 mil los trabajadores que vivimos de lo público, hay 840 mil más que son autónomos, cooperativistas, trabajadores por cuenta ajena en pequeñas y medianas empresas en el ámbito industrial y de servicios y donde deberíamos poner mucho más los focos para mejorar el empleo", señala. 

"Hay miles de personas que sacan el país adelante todos los días. Tenemos que mirar al conjunto de la población y que mejoren las condiciones del conjunto", insiste. 

"Esfuerzo y sacrificio"

Como buen deportista, cree en la cultura del trabajo y el esfuerzo y de ahí que muestre su preocupación por la ola de populismo que recorre el mundo. "Me preocupa cuando escucho a izquierda y a derecha mensajes que le dicen a la sociedad que el gratis total es posible, que los recursos son infinitos, que se pueden alcanzar metas sin trabajar", remarca. "No se trata de dar siglas sino de que leamos los mensajes que a veces pretenden captar la atención de la sociedad, simpatizar con ella", añade. 

"Los problemas no se solucionan con recetas simples", destaca. "En el mundo del deporte ponemos en valor la meta que se alcanza y destacamos el esfuerzo y el sacrificio. En un país es igual", matiza. "Me preocupan los mensajes que pretenden simplificar la realidad y hacernos ver que es todo posible", destaca.

Cambios en Osakidetza

Te puede interesar:

Imanol Pradales es consciente de la importancia que tiene la gestión y buena salud de Osakidetza en la población. "Tenemos un sistema de salud sólido, referente y de altísima calidad. Es publico, universal y hay que cuidarlo todos los días", afirma. Pero a su vez reconoce que hay cuestiones "a mejorar" después del tensionamiento que vivió el sistema de salud con la pandemia. 

Una mejora en la que ve fundamental la participación de los y las profesionales del ámbito sanitario. "Ya se están produciendo mejoras", señala y pone el foco en la atención primaria. "Hay que humanizarla, relajando filtros, recuperando lo presencial y mirar a los ojos a la gente para que se sienta más protegida. Esto hay que tenerlo muy presente", apunta.