No tiene medio año de vida en activo y a Sumar no solo se le ven las costuras sino que ya han empezado a reventar. Después de que Podemos consumara su divorcio ante su falta de autonomía política y decidiera integrarse en el Grupo Mixto, ahora es el coordinador federal de Alianza Verde, Juantxo López de Uralde, quien pone en solfa cómo se está dirigiendo la nave en el seno de la formación que pilota Yolanda Díaz, entendiendo la postura de la formación morada y avisando de que su partido buscará los aliados que mejor considere de cara a las elecciones autonómicas en la CAV. “No están gestionando bien la coalición. Ni Podemos ni Alianza Verde han sido tratados con el respeto que merecen”, ha admitido el veterano dirigente vasco en Radio Euskadi, a quien no le ha sorprendido el desenlace resuelto por Podemos. “Hay que dejar espacios, dejar a los partidos tener su capacidad de acción política. En eso consiste una coalición, en saber articular las distintas partes que la conforman y en respetar a cada una de ellas”, ha argumentado López de Uralde.

Preguntado sobre posibilidad de que, tras lo ocurrido, pueda haber un acuerdo en Euskadi entre Podemos y Sumar, ha reiterado que, “para que haya un clima más propicio, tiene que haber algo que es fundamental, que es el respeto a todas las partes que quieren conformar ese espacio”. “Si no, es lógicamente muy difícil. Y creo que eso es el valor fundamental que hace falta en este momento, respetar especialmente a todas las partes que hemos contribuido a que este espacio se ensanche y tenga la fuerza política que tiene”, ha valorado el líder de Alianza Verde, para quien la responsabilidad de lo que está ocurriendo “indudablemente” está en Sumar porque, “cuando se conforma una coalición, quien tiene la responsabilidad de que esa coalición funcione y de gestionarla adecuadamente es quien la lidera”. Y ha proseguido: “Si no dejas espacio, si no permites desarrollar actividad política, es muy difícil que los acuerdos puedan ir más allá de las elecciones”. Por ello, de cara a las autonómicas en la CAV, Alianza Verde buscará “partidos aliados para trabajar juntos”.

A tortas por las actas

Para colmo, lejos de enterrar el hacha de guerra, Sumar entiende que los cinco diputados de Podemos en el Congreso deben devolver el escaño “en coherencia” con la decisión que han tomado de abandonar un proyecto político, ha soltado la portavoz del grupo, Marta Lois, haciendo así caso a la opinión de los comunes. “Si se abandona la formación política, en buena lógica tendría que devolverse el acta”, justifica. Por su parte, la portavoz de Podemos, Isa Serra, rechaza las acusaciones de transfuguismo que desde Sumar hacen en privado y puntualiza que es una “acusación muy grave y que falta a la verdad”. Ha desviculado el actual episodio de lo que hizo la diputada morada Meri Pita cuando el año pasado dejó la bancada de Unidas Podemos para integrarse en el Mixto. Entonces, la exministra de Igualdad Irene Montero le exigió el acta tras acusarla de transfuguismo porque sí rompió “de forma individual con un proyecto político”. No es el mismo caso porque Podemos como partido concurrió en coalición con Sumar el 23-J y, según los morados, ha sido Yolanda Díaz la que ha roto el acuerdo de coalición con ellos “al no darles voz” y dejarles sin actividad política.

Más contundente ha sido al respecto el exvicepresidente del Gobierno y exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, para quien “los que deberían dejar el acta” no son los diputados de Podemos en el Congreso, sino “los que mienten” sobre la ruptura en este espacio político. “Lois dice que se ha enterado por la prensa, cuando ha habido una conversación entre Lilith Verstrynge y Josep Vendrell”, ha aclarado el ex secretario general morado. Además, ha recordado las decisiones análogas de Nueva Canarias, UPN y Compromís, que se presentaron con el PSOE, el PP y Podemos, respectivamente, y se fueron al Grupo Mixto, para dejar claro que “una decisión colectiva de un partido no es transfuguismo”. Para Podemos, salir de Sumar es la “única decisión que podíamos tomar” después de meses de estrategia de “mermarnos” con el veto en las listas a la exministra Irene Montero, la exclusión a su partido del Ejecutivo y dejarles sin voz ni capacidad política en el Congreso.

Sumar se empeña en restar y no parece que, ante la disparidad de sus actores, vaya a dejar de hacerlo.