Bilbao. ¿Cómo se encuentra a apenas unas horas de la semifinal del Cuatro y Medio?

El jueves hice mi último entrenamiento y el viernes me ha tocado descansar. Así que estoy bien. A gusto.

¿Qué significa para usted esta semifinal?

Es una cosa nueva. Me han pasado un montón de cosas: he hablado más con los periodistas estas dos semanas que en trece años de profesional, en la elección el otro día había mucha gente... Yo me lo tomo como un premio y ahora me toca Aimar, que es el mejor de la historia dentro de esa distancia. Iré a Iruñea a jugar mi mejor pelota.

¿Esta semana le ha tocado hacer entrenamientos fuertes?

No, fuertes no. El fin de semana no jugaba e hice un entrenamiento el fin de semana y el lunes hice físico; el martes, una vuelta al monte, el miércoles después de la elección tocó un poco de entrenamiento y el jueves, físico. Después, descansar.

¿Es posible abstraerse un poco de todo lo que está pasando a su alrededor?

Estoy relajado. Estos días tengo que atender a los medios y todo eso, pero al final tienes que estar un poco relajado, aislado de todo eso.

¿Cómo espera el partido: saldrá con nervios o a disfrutar?

Jugar con Aimar y disfrutar es muy difícil. Disfrutas de la gente que va, del apoyo que voy a tener, pero en la cancha tendré que sufrir, me tocará sufrir. En el momento que salga contra Aimar a la cancha tiene que ser para mí una fiesta. He hecho un campeonato bueno, ahora tengo un rival muy duro y mi intención es o ganarle o jugar un buen partido.

De todos modos, hay pocos días que se llega a disfrutar en el deporte profesional, ¿no?

Disfrutar sí que se disfruta: entrenando con los amigos, en algunos momentos del verano... Pero disfrutar en este Cuatro y Medio dentro del partido es difícil. Dices que disfrutas pero por dentro pasas mal rato. Estás con tensión y en esos momentos disfrutar es complicado.

¿Cómo espera el partido? ¿Por dónde irán los tiros?

Aimar es un pelotari que lo hace todo bien: el saque-remate, aguanta el partido... Él intentará que yo esté lejos del frontis y yo trataré de hacer mi juego si me deja y acabar el tanto.

Os conocéis bastante, ¿hasta qué punto eso es bueno o malo?

Al final, nos conocemos todos, entrenamos todos con todos. Sabemos uno y el otro lo que tenemos que hacer y eso es difícil sacarlo en la cancha.

Trabajan en el mismo grupo de Asegarce, ¿han coincidido en los entrenamientos de la semana?

No, solo en la elección.

Cada uno por su lado entonces.

Él el lunes no vino a hacer la preparación física con nosotros. Él suele ir menos, porque tiene más partidos y compromisos que nosotros, que estamos más libres.

Siempre se le ha considerado un especialista dentro del Cuatro y Medio y, hasta ahora, no había tenido la suerte de llegar tan alto.

No, siempre he hecho partidos buenos dentro del Cuatro y Medio en estos años. Siempre me han tocado contrarios difíciles y la suerte no me ha ayudado. Este año me he encontrado bien, pero igual también si hubiera estado en el otro grupo no hubiera estado en semifinales. Este año los he sacado adelante y aquí estamos.

¿Ha cambiado algún factor en su preparación para obtener estos resultados?

He afrontado los partidos más tranquilo, no he ido tan cegado a acabar el tanto. Si hay que trabajar, trabajo, y si hay que sufrir, sufro. Este año me estoy encontrando a gusto y han salido las cosas bien.

La confianza en uno mismo, básica.

Si uno no tiene confianza en uno mismo, es difícil. Muchas veces haces buenos entrenamiento, vas al partido y no juegas nada y la gente se queda con eso. Por lo menos, últimamente estaba entrenando a gusto y con eso me quedo.

Etor Mendia, su preparador, relataba a DEIA que le ha metido más caña con el tema de gimnasio.

Así es. Nunca solía hacer pesas, iba al gimnasio y corría, hacía elíptica, pero pesas no. También andaba todos los días en el frontón, con la pelota dura o con la goxua, pero cuando vino Etor nos metió pesas e hicimos todo lo que nos dijo. Ha servido para coger fuerza. Y cuando los resultados salen, todos contentos.

Además, tuvo el contratiempo del dedo del pie que se rompió.

Eso fue en agosto y me tuvo sin entrenar un par de semanas. Cuando empecé no tenía el dedo bien, pero las cosas han salido poco a poco.

Este último año, ¿cómo ha sido para usted?

Ha sido duro, por muchas cosas. Este año los que estábamos entre Primera y Segunda no teníamos partidos, casi no jugábamos, y la gente preguntaba: "¿Sigues jugando?". Es lo normal. Cuando no te ven de seguido, no sales en la tele, es normal que la gente pregunte eso. Yo he seguido trabajando igual y haciendo las cosas bien y entrenando, unas veces sale bien y otras mal.

Es para estar contento que los frutos hayan aparecido al duro trabajo de un año, ¿no?

Sí. Cuando empecé el campeonato nadie daba un duro por mí, pero durante el Cuatro y Medio he hecho todo bien, quitando el partido contra Oinatz que fue mal, y he jugado bien. Cuando trabajas y salen bien las cosas es más bonito. Tiene más valor.

¿Fue un palo la derrota contra Bengoetxea VI al comenzar la liguilla de semifinales?

Más que nada por la gente que fue de Amezketa. No jugué nada. En ese partido veía que el partido estaba casi perdido y salí demasiado tranquilo. Sabía que Oinatz iba a ganar sus tres partidos y los míos eran contra Idoate y Arretxe II y tenía la cabeza en ellos.

Y sacó el resto de duelos sufriendo.

Contra Arretxe tenía que jugar bien y el partido contra Idoate sabía que el que ganaba pasaba. Sabía lo que tenía que hacer y las hice.

¿Le ayudó ser un pelotari experimentado a manejar la tensión en el encuentro contra Idoate?

No sé. Sabía qué tenía que hacer. En cada tanto tenía que recuperarme del esfuerzo, jugar tranquilo y sin precipitarme. Además, cuando fui para adelante las cosas me salieron bien. En esos momentos si vas por delante, mejor. Me puse en el cartón 19 y cuando vas por delante tienes más confianza.

Pase lo que pase, tendrá un hueco en la historia al ganar a Titín III en su último Cuatro y Medio.

Sí. Cuando gané a Urrutikoetxea sabía que me tocaba Titín y era un partido importante: se jugaba en Logroño, podía ser el último partido de Titín... Gané y quizás esté en la historia. Yo jugué fácil, siempre dentro del tres. Si la pelota la tienes franca es más fácil jugar.

Respecto al duelo contra Urrutikoetxea, que para los dos era una eliminatoria complicada y de contrastes, ¿cómo lo valora?

Acabo mi contrato en febrero y sabía que si perdía contra Urruti tenía pocas opciones de seguir. Para mí era el partido más importante. Tenía que ganar y él también, porque era favorito. Le pusieron entre los cinco favoritos a la txapela. Yo fui sabiendo lo que tenía que hacer, él se puso un poco más nervioso que yo y gané.

¿Consideraba este Cuatro y Medio una de sus últimas oportunidades en la pelota profesional?

Sí. Al final, tengo 34 años y hay mucha gente joven. Yo nunca he mirado a la edad, porque si estás bien físicamente y de juego no hay que mirarla. Algunos con 34 años piensan que soy mayor. Si no estás en Primera tienes más opciones de que te echen, pero yo trabajo a tope para jugar los partidos al máximo. No sé si me harán contrato, pero por lo menos me he ganado en la cancha mostrar que estoy bien y dónde estoy.

¿Considera que ha podido ayudarle el salir de tapado todos los partidos que ha disputado?

Los pelotaris con los que me he enfrentado están jugando todo el año estelares y yo estoy todo el año jugando en Segunda. Es normal que salgan de favoritos. Yo sé a lo que juego y si el favorito es él, mejor; me quita un poco de presión. Cuando sales algunos no notan que sean favoritos. Si sales de víctima, tienes menos tensión y puede ser algo más de ventaja.

¿Cómo lleva el tema de manejar la tensión?

Me pongo un poco nervioso, pero es bueno estar un poco con tensión. Si vas tranquilo, es peor y el rival te saca a pelotazos. Todo el mundo suele tenerlos antes de un encuentro de estas características.

Cambiando de tercio, por Amezketa se va a preparar una buena.

Creo que van a ir dos autobuses y muchas personas en coches particulares. La gente de Amezketa me está siguiendo en muchos frontones y es de agradecer.

La que se puede liar si gana a Aimar...

Se liará si pierdo también (risas). Si gano, mejor. Para ellos y para mí es una fiesta esta semifinal. Si podemos ganar mejor. Haré lo que pueda. Estoy agradecido con mi afición y ellos, conmigo.