Olaizola II - I.Zabala 21-22 Xala- Barriola
Duración: 1h 17:56 minutos de juego. 33:51 minutos de juego real.
Saques: 2 de Olaizola II y 3 de Xala.
Pelotazos: 690 pelotazos a buena.
Tantos en juego: 4 de Olaizola II, 3 de Ibai Zabala, 8 de Xala y 1 de Barriola.
Errores: 6 de Olaizola II, 4 de Ibai Zabala, 4 de Xala y 7 de Barriola.
Falta de saque: 1 de Xala.
Marcador: 1-1, 2-2, 3-6, 3-7, 4-7, 10-8, 11-9, 11-10, 12-11, 15-12, 16-12, 16-13, 17-20, 18-21, 19-21 y 21-22.
Apuestas: 100 a 80 para colorados.
Incidencias: Gran entrada en el frontón Astelena de Eibar para presenciar el tercer partido de la cuarta jornada del Parejas de Primera.
eibar. Y ojalá no se hubiera terminado, ni el tanto ni el partido, pero tenía que hacerlo, debatiéndose entre colorado o azul, tras un tanto memorable, genial, larguísimo, de más de cien pelotazos, que puso en pie el Astelena y se merendó el corazón y el alma de los presentes, mientras estos, obnubilados, se desgastaban las uñas en señal de pánico, temor y pasión. Porque el tanto que puso la igualada a 21 fue una belleza y, de hecho, fue una séptima parte de lo que se vio en la tarde de ayer. Mientras, entre el atronador público y la sangre derramada en la cancha, parecía más el Coliseo que un emplazamiento pelotazale. Y en el frontón, cuatro leones bien diferenciados batallaban sin contemplaciones por un palmo de terreno que suponía el punto y el descanso para Yves Xala y Abel Barriola o la posibilidad de seguir jugando a la ruleta rusa para Aimar Olaizola e Ibai Zabala.
Mientras se partían la cara los zagueros con el 20-21, no solo apurando por no fallar, sino dando zarpazos de buen tino, sobre todo Ibai con la derecha, se olvidaron los malos momentos anteriores, pero también los buenos. Atrás, a un centímetro del pasado pero a varios kilates de distancia, quedaban los errores de un Abel que no estuvo fino y él mismo lo reconoció afirmando que "no he gozado y no sé por qué, porque de manos estoy bien". También quedó anclado en el pasado un par de fallos de bulto de Ibai, pero que se olvidaron cuando tuvo oportunidad de mandar con la diestra y mostrar credenciales en los desplazamientos. Así como ignoró la cátedra que Aimar no tenía su típico duelo, que Xala, otra vez el gran Xala de las ocasiones memorables, le estaba ganando la partida en los cuadros delanteros y que apenas podía esbozar ese mortal gancho de zurda, tan perfecto como letal y que tan bien le sale.
Parecía parte de otra película, de otro tomo de una enciclopedia, porque el empate a 21 fue bello y arrebatador. Barriola y Zabala murieron con las botas puestas, peleando a más no poder a base de martillo, aunque el de Leitza no se encontraba a gusto. Se machacaron, se reventaron el físico en un tanto durísimo, precioso y que terminó de la peor manera posible, pero que de algún modo tenía que acabar. Murió después de que defendieran y atacaran los cuatro a las mil maravillas; pero Xala, que hizo un partidazo, echó la pelota hasta el fleje lateral desde la contracancha y allí acabó la pasión. Después, con el Astelena en pie antes de terminar el duelo, con una bala en la recámara, volvieron a situarse en duelo los cuatro. Y esta vez, el gran Zabala tampoco pudo levantar una pelota. Demasiado cruel es el destino. Así, el punto fue azul porque tenía que acabarse el partido, aunque ojalá no lo hubiera hecho.