Inglaterra se adjudicó su segunda Eurocopa consecutiva al doblegar a España en una final en la que el combinado estatal hizo mayores méritos para alzarse campeona y, de paso, alcanzar una triple corona hasta la fecha inédita tras lograr los títulos de la Copa del Mundo y de la Nations League. Sin embargo, la tanda de penaltis decidió, una suerte en la que la tropa de Montse Tomé no ha estado acertada; de hecho solo logró anotar uno de los seis penaltis lanzados a lo largo del torneo. Paradójicamente, España cedió en la final pese a adjudicarse los dos mayores trofeos a nivel individual: Aitana Bonmatí fue escogida como mejor jugadora del torneo y Esther González concluyó como máxima goleadora. “Hemos sido mejores, pero en el fútbol no siempre gana el mejor”, expresó Tomé como lamento por la derrota.

Resulta curioso cómo Inglaterra, que cayó en 2023 a manos de España en la final de la Copa del Mundo, solo fue capaz de liderar el marcador durante menos de cinco minutos en cuartos de final, semifinal y final. Precisamente en cuartos de final se rebasó la cantidad récord de goles que se logró en 2022, que fue de 95. En esta edición, cuando todavía restaban tres encuentros para conocer el desenlace ya se habían anotado 106.

Ha sido, además, la Eurocopa de las prórrogas, con cuatro partidos en los que el resultado final se decidió en el tiempo extra. También fue la Eurocopa con más penaltis, con un total de 41 lanzamientos, pero un bajo nivel de anotación de 24, la cifra porcentualmente hablando más baja en los torneos femeninos desde 2011.

Más allá del aspecto puramente deportivo, esta Eurocopa celebrada en Suiza quedará para la memoria por los diferentes récords alcanzados, hitos para el fútbol femenino, que como se ha podido observar permanece en constante crecimiento. En el país helvético se registró un nuevo récord de asistencia total a los estadios: 657.291 personas acudieron a los diferentes campos para presenciar los partidos. En 29 de los 31 partidos disputados se agotaron las entradas. De este modo, hubo una media de 20.000 espectadores por partido, algo que nunca había sucedido.

Pero con un análisis pormenorizado se puede observar que el reclamo no solo se dio en las fases más avanzadas del torneo, sino que la fase de grupos atrajo a 461.582 espectadores del total de los 657.291 totales.

Se trata de una clara tendencia al alza si se observan las citas anteriores. La edición celebrada en 2022 en Inglaterra se alcanzaron los 574.875 aficionados, mientras que en la Eurocopa de 2017 disputada en Países Bajos se congregó a 247.041 espectadores. Otro ejemplo es que en la fase de grupos de este año se reunieron a los citados 461.582 espectadores y en la edición de 2022 fueron 369.314.

A nivel de audiencias, las cifras también han aumentado. En directo, la audiencia acumulada ha sido de más de 400 millones, mientras que la audiencia acumulada en el total de la programación asciende hasta los 500 millones de espectadores. La final de la Eurocopa entre España e Inglaterra la vieron más de 45 millones de personas.

Emisión récord en España

A nivel estatal, la final de esta Eurocopa consiguió ser la emisión de fútbol femenino más vista de la historia, al registrar 6.001.000 espectadores de audiencia media y el 58% de cuota de pantalla.

La tanda de penaltis de la final, en la que las jugadoras españolas perdieron la oportunidad de convertirse en campeonas, registró 6.408.000 espectadores únicos. De hecho, el minuto de oro de la jornada del domingo fue a las 20.45 horas, cuando se lanzó el penalti que convirtió a las jugadoras inglesas en campeonas de Europa, con 6.187.00 espectadores en el programa de La 1.

El tiempo reglamentario de partido alcanzó 4.134.000 espectadores de media, con un 42% de cuota. Tras llegar a los 90 minutos de partido, el tiempo extra del torneo consiguió 5.263.000 espectadores de media, con un 52,4% de cuota. Números insólitos en el fútbol femenino.

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Por otro lado, la UEFA destinó un total de 41 millones de euros en premios. Esto significa un aumento del 156% respecto a la edición previa, en la que la bolsa fue de 16 millones. De los 41 millones, nueve fueron destinados a aquellos clubes que aportaron jugadoras a las selecciones participantes. Además, por primera vez, todas las futbolistas recibieron una recompensa económica garantizada. Asimismo, se incorporó por primera vez la tecnología del fuera de juego semiautomático.

Si bien, dentro de todos estos récords cabe señalar la figura del presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, quien solamente acudió a dos de los partidos, el que inauguró la competición y la final.