En 1975, cuando el rugby era un deporte de cuadrillas, el oval comenzó a volar en el Getxo. Ahora, 50 años después, el club celebra su medio centenario con un Fadura trabajado y caudaloso y con el sueño de volver a la élite estatal con la gente de casa.
¿Qué significa cumplir 50 años para un club como el Getxo Rugby?
Quiere decir que las cosas se están haciendo bien y que se ha conseguido que el rugby arraigue en el pueblo, lo que es muy difícil. Pero si hemos aguantado 50 años quiere decir que ha echado raíces. Que ya es parte del pueblo. Ese arraigo que tenemos con el rugby creo que va a durar otro mogollón de años porque las cosas se han hecho bien.
¿Qué cosas?
El rugby ayuda a crear mejor ambiente, mejores personas, da herramientas para la vida. Parece que hoy en día todo tiene que ser fútbol, pues al final un deporte minoritario se ha hecho su huequito. El club está sano, tenemos un buen número de fichas y tenemos buena fama.
¿Es complicado sacar adelante temporada a temporada un club como este?
Antes más porque ya está consolidado. Pero sigue costando, ¿eh? Al final trabajamos mucho la divulgación y seguimos ahí pico y pala aunque tengamos más fichas que nunca.
“Tenemos 17 equipos y 450 jugadores. En este sentido es uno de los mejores momentos de la historia del club”
¿De cuántas licencias estamos hablando?
Sobre 450. Tenemos ahora mismo 17 equipos y en ese sentido este es uno de los mejores momentos de la historia del club. Incluso hemos abierto una nueva línea con niños de 6 años y tenemos ya a 20.
Eso es mucho trabajo para un presidente.
Es mucho trabajo para cualquiera. A mí me convencieron diciéndome que en su vida hubo otra gente que se sacrificó para que yo pudiera jugar y ahora nos tocaba a nosotros. Pero el rugby son ciclos, nosotros llevamos ya cuatro años y la idea es seguir uno o dos más.
50 años son muchos. ¿El rugby ha cambiado?
Ha evolucionado mucho, como todo. Todo se ha modernizado y globalizado. Cada vez hay más jugadores de fuera, cuando históricamente siempre el rugby ha sido un deporte rural que se jugaba entre pueblos. Ahora en todas las ligas hay un montón de argentinos, neozelandeses, ingleses… Entonces hacerse un hueco dentro de todo eso es complicado, pero el club está bien.
¿Y cómo ha afectado esa globalización al club?
En la directiva tenemos las cosas claras. Siempre hemos visto a la gente de fuera como una inversión y lo explico: si traemos a 25 tíos de fuera y ganan una liga, son un gasto aunque nos dejen un trofeo. Porque luego esos tíos se van y te falla un patrocinador o no tienes tanto dinero y ya no te queda nada más que una copa en una vitrina.
Entiendo.
Somos de la filosofía de mantener una escuela firme para poder generar nosotros buenos jugadores y después traer fichajes estratégicos que mejoren el nivel de los de casa porque también les ayudan a formarse. Y eso es una inversión. Está claro que es un trabajo a largo plazo, que no tiene atajos. Hay que ir peldaño a peldaño.
“Si hemos aguantado 50 años quiere decir que ha echado raíces. Que ya es parte del pueblo”
Así que la apuesta sigue siendo Fadura.
Claro. Es más fácil fichar a gente de fuera, montar un buen equipo y hasta donde llegues. Pero somos de la filosofía de trabajar bien la escuela, de la que subirán 100 chavales en los próximos 4 años. Y al final de la cantidad sacas la calidad. Entonces entre esos chavales más los fichajes estratégicos que podemos hacer, en un futuro no muy lejano el Getxo tendrá un buen nivel deportivo.
¿Ahora no está bien?
Ahora estamos bien, pero no súper bien. O sea, tendríamos que estar mejor. Pero es cuestión de años.
¿Dice que uno de los objetivos del primer equipo masculino es el ascenso a Honor?
Sí es el objetivo, pero no de cualquier manera. No a corto plazo. A medio sí por lo que he explicado antes. No nos interesa fichar a 25 tíos de fuera y llegar al grupo élite. Queremos llegar a ese grupo con los de casa.
Cuando hablamos de los 50 años del Getxo, es innegable que la época dorada fue esos años 90, con las cuatro Copas y una Liga. ¿Estaba vinculado al club?
Sí, yo era un crío. Tenía unos diez años, creo que era alevín. Pero en aquella época ganar era lo normal porque era el Getxo campeón. Entonces lo vivías como algo normal pero súper chulo porque a todo el mundo le gusta ser campeón. Además, se suponía que como era el Getxo campeón, cuando tú fueses mayor, si conseguías jugar en el primer equipo, también ibas a serlo. Pero luego, con los años, pues fue cambiando.
Con la evolución del rugby, con la puesta de cantera y con la visión de futuro, ¿sueñan con repetir ese éxito?
Te voy a ser sincero. Yo sí creo. Creo que con el modelo que seguimos, también se puede. Primero lo que hay que hacer es sacar gente de calidad y luego traer fichajes excepcionales. Gente muy buena y gente cara, claro, para que marquen la diferencia. Podemos hacer un equipo muy sólido y un equipo campeón. Pero todavía falta.
“Con dinero mañana mismo puedes ser campeón, pero no queremos serlo con 25 tíos de fuera porque no nos llena”
Es un sueño a largo plazo.
Sí, claro. Todavía estamos en los años de construcción. Pero se va evolucionando bien. El ritmo es de crucero. Al final, con dinero consigues todo y mañana mismo puedes ser campeón, pero no queremos eso porque ser campeón con 25 tíos de fuera no nos llena.
La selección española de rugby XV que ha conseguido clasificarse para el Mundial de 2027 cuenta con tres jugadores salidos de Fadura. Demuestra que en el Getxo Rugby sale gente buena, ¿no?
Sí. De Fadura sale gente buena y más gente buena vamos a sacar porque los números que tenemos de formación son buenos.