Comenzó a darse chapuzones en el agua como parte de su rehabilitación para su parálisis cerebral pero ha logrado llegar a lo más alto gracias a su constancia, fuerza, lucha y disciplina diaria. Richard Oribe, natural de Donostia, es un deportista que ha competido durante una larga trayectoria en la natación adaptada. Ha ganado más de 16 medallas en los Juegos Paralímpicos y, agradecido por cada una de las oportunidades, asegura que la natación le ha aportado siempre muchísimo no solo a nivel deportivo, también en su faceta más personal e íntima.
Distintos juegos paralímpicos
Comenzó en Aspace, y después de los Juegos Paralímpicos de Barcelona, Richard Oribe comenzó a entrenar con Javier de Aymerich, dentro del club Konporta al que pertenece desde hace más de 28 años y donde ha cosechado todos sus éxitos deportivos, tal y como explica su asistente personal y directora de este club, Ana Borrezo.
Según reconoce, este deporte le ha aportado mucho, pero también ha sido un gran desafío
También estuvo en la alta competición hasta los Juegos Paralímpicos de Londres en 2012. “Me preparé para conseguir la mínima para los de Río 2016, pero no lo conseguí, por lo que decidí retirarme de la alta competición. Tras la descalificación de la selección rusa, recibí una invitación para la asistencia a los juegos, pero ya no había vuelta atrás… Ya había decidido retirarme y excusamos dicha invitación, aunque muy agradecido de que hubieran pensando en mí”, explica.
Según reconoce, este deporte le ha aportado mucho, pero también ha sido un gran desafío. Sobre todo, “el seguir mejorando y/o manteniendo mis mejores marcas, cuando pasa el tiempo cada vez se me hacía más difícil mejorarlas y eso me provocaba bastante ansiedad y frustración. Por otro lado, también están las lesiones, la molestia del hombro me frustraba muchísimo”, valora.
“Soy feliz con lo que tengo. Ser entrenador y acompañar a algún nadador joven de Konporta a alguna paralimpiada sería mi sueño"
Pero, al otro lado de la balanza, el esfuerzo siempre le ha recompensado y valido la pena gracias a todas las personas y países que ha conocido, “a parte de las medallas, por su puesto”. “Gracias al deporte he conseguido conocer muchos sitios que de otra manera me hubiera sido muy difícil o imposible”. Asimismo, asegura que este deporte le ha ayudado también en su crecimiento personal y su desarrollo emocional, favoreciendo mucho a su propia autoestima. “Mi autoestima se ha visto reforzada gracias al deporte. Ha sido una forma de socializarme. Es muy bonito que me reconozcan por la calle y que me saluden”, agradece feliz Richard Oribe gracias al calor que recibe de muchos ciudadanos.
Aunque lleva más de tres décadas dedicado al mundo de la natación, lo cierto es que este deportista se muestra imparable con otras disciplinas deportivas y sigue apostando diariamente por su crecimiento personal de la mano del ámbito deportivo
“Soy feliz con lo que tengo. Ser entrenador y acompañar a algún nadador joven de Konporta a alguna paralimpiada sería mi sueño. En lo personal, poder llevar una vida plena, autónoma e independiente. Desde el fallecimiento de mi madre y mi entrenador he tenido que aprender a valérmelas más por mí mismo, aunque siempre tengo la ayuda de mi familia, mi hermana siempre está pendiente y una red de amigos y amigas del club que me acompañan y ayudan cuando lo necesito”, explica el deportista.
Imparable
Aunque lleva más de tres décadas dedicado al mundo de la natación, lo cierto es que este deportista se muestra imparable con otras disciplinas deportivas y sigue apostando diariamente por su crecimiento personal de la mano del ámbito deportivo: “Llevo más de 30 años en la natación. Y sí, desde el principio he tenido claro que me gustaba, aunque también me gusta andar en bici y jugar al ping pong, he jugado muchas partidas de ping pong todos los veranos que he estado en Tin Tin Zurriola trabajando”, asegura feliz este deportista.