Hace seis años, Jon Rahm debutó en The Memorial Tournament, Muirfield Village se le atragantó, firmó vueltas de 73 y 77 golpes y no pasó el corte: “Le dije a Adam (su caddie) que igual no volvía a jugar allí. Pero él me dijo que me iba a acabar gustando porque mi juego estaba hecho para ese campo”. Dicho y hecho, en 2020 el golfista de Barrika estrechó la mano de Jack Nicklaus, el anfitrión del torneo, como ganador del torneo. Al año siguiente, el covid se lo arrebató cuando tuvo que retirarse antes de la última jornada que afrontaba con seis golpes de ventaja. Tiger Woods se llevó este torneo en cinco ocasiones, por eso el gesto de saludar al Oso Dorado, a una de las leyendas del golf, tuvo mucho significado, fue “algo especial”, para Rahm, que llega este año al recorrido de Ohio como líder de la FedEx Cup y con cuatro victorias en su cuenta.

Nicklaus también cree que hay pocos jugadores a los que el campo se adapte tan bien como Jon Rahm ya que “es un gran pegador, pero también es capaz de controlar la bola en un terreno rápido y duro”. “El campo ha cambiado bastante recientemente, pero conserva la misma esencia, te hace pensar y tienes que aprender a jugarlo”, explica Rahm, que añade que es “un campo diferente a lo que jugamos todo el año. Te da muchas opciones desde el tee en un par de hoyos, pero se trata sobre todo de poner la bola en el sitio adecuado para generarte el mejor ángulo para entrar al green. Los pares 3 son complicados y te obliga a ser muy preciso con los hierros”.

Billy Horschel defiende el triunfo logrado el año pasado y Rahm vuelve a partir entre los principales favoritos. Jugará los dos primeros días con el estadounidense Collin Morikawa, que sigue en busca de sus mejores sensaciones en un campo, y el australiano Jason Day, que ha vuelto a ganar tras varios años de sequía. The Memorial es uno de los nuevos torneos elevados por lo que de nuevo están en liza los mejores del mundo y se pone en juego el liderato en la clasificación mundial. Rahm recuperará el primer puesto si logra la victoria y Scottie Scheffler no acaba segundo o si acaba segundo y el texano termina por debajo del decimosexto puesto. Es el duelo de los últimos meses que está llevando a los dos jugadores a tratar de dar lo mejor de sí mismos. En el PGA Championship el barrikoztarra se quedó corto, estuvo lejos de su mejor nivel, pero en dos semanas llega el US Open y The Memorial es una cita adecuada para volver a poner las cosas en orden.

Pena por la Ryder Cup

Más adelante, en septiembre, llegará la Ryder Cup de Roma y ya cualquier torneo a ambos lados del Atlántico supone un buen botín de puntos para los aspirantes. Jon Rahm tiene el puesto asegurado y en Muirfield Village ha lamentado no poder repetir pareja con Sergio García, al que su paso al LIV Golf ha dejado fuera de los planes del capitán europeo Luke Donald. “Me da pena que las cuestiones políticas se hayan inmiscuido en la Ryder y que el jugador que más puntos ha dado a Europa no pueda estar presente. Deberían competir los mejores de cada continente, sin importar dónde jueguen”, defiende Jon Rahm en su condición de voz autorizada en el golf mundial.