LA Herri Krosa de Bilbao tiene cronómetro, pero no mira los tiempos; tiene ganadores, pero carece de un sistema de clasificación. En la popular carrera patrocinada por DEIA prevalece la idea de que todos los participantes merecen la gloria por el hecho de terminar los diez kilómetros de los que consta el trazado. Independientemente del reloj. Sin embargo, entre la marabunta de vencedores, entre los más de 7.000 atletas que cada tercer domingo de noviembre colonizan la capital vizcaina, siempre hay uno que tiene el placer de cruzar la línea de meta en primer lugar. El que va despejando el recorrido. Y ese siempre suele ser David García. El durangarra sabe lo que es cortar la cinta de la Herri Krosa. Lo ha hecho en hasta siete ocasiones –2010, 2012, 2013, 2014, 2015, 2016, 2019– de las 32 ediciones celebradas hasta el momento. García no busca ese honor, aunque siempre sea bienvenido. De hecho, como la mayoría de los corredores de la prueba, tan solo compite contra sí mismo. Pero ese desafío frente al crono le ha llevado a marcar el camino. A convertirse sin quererlo en la liebre que usarán todos los participantes que busquen exprimirse al máximo.

Que García no busca la gloria es algo que quedó claro en 2010, en la primera edición en la que fue el primero de los ganadores. El durangarra afrontó la última recta, la de la calle Gran Vía, codo con codo con Unai Sáenz de la Fuente; pero este último daba muestras de fatiga. Así que una última embestida, un último cambio de ritmo de García le daría el primer trofeo de la Herri Krosa. Sin embargo, el atleta no esprintó. Ni lo pensó. En cambio, agarró la mano de su competidor y le empujó hasta la línea de meta. Entraron los dos juntos, protagonizando una de las fotografías que quedarán para siempre en la memoria de la prueba patrocinada por DEIA. “Si llega a ser en otra carrera, no lo hubiera hecho”, declaró García en su momento. Pero es que la Herri Krosa no es una carrera cualquiera. Es la cita popular del atletismo vizcaino, una fiesta en la que todos disfrutan.

Un año después de este alarde de camaradería, fue Iñigo de la Granja quien marcó el mejor tiempo. Pero el tercer domingo de noviembre de 2012 comenzó la era de David García. El durangarra fue el primer ganador en esa edición y en las cuatro siguientes. Reinó hasta finales de 2016. “Es la fiesta del atletismo vizcaino y llegar aquí en primera posición te deja muy contento”, dijo la primera vez que cruzó la meta en solitario. Así, García tiene más que controlados los diez kilómetros de la Herri Krosa. Cada curva, cada piedra. Se los conoce de memoria. Por ello tampoco dudó en correr sin reloj en 2015. Algo que para un atleta es impensable en cualquier prueba. Pero no en la patrocinada por DEIA, donde los cronos no dan coronas. A pesar de ello, ese año, García de nuevo fue el más rápido. Al igual que en 2016, cuando ya tuvo que reconocer que “esta prueba es una carrera que se me está dando bien”.

La última, la de 2019

Iñigo Olano y Aitor Mimenza tomaron buena nota de David García y Sáenz de la Fuente, del verdadero espíritu de la Herri Krosa, y repitieron fotografía en 2017; mientras que un año después, el finlandés Aki Nummela puso el acento internacional con un tiempazo imposible de emular. Fue una tregua que García dio durante dos años. Una especia de república, porque en la última edición disputada –la pandemia impidió que la Herri Krosa saliera a las calles en 2020 y en 2021– el durangarra volvió a ejercer de monarca. Volvió a ser la mejor de las liebres para ganar por séptima vez la única carrera del calendario vizcaino en la que todos son ganadores.

El apunte

Inscripciones. Cerrada la inscripción on line, todos aquellos que quieran participar en la 33ª edición de la Herri Krosa, la del próximo domingo, deberán pasar por la oficina de la BBK de Licenciado Poza, 3. Hoy y mañana en horario de 18.00 horas a 20.30. Mientras que el sábado el horario será de 10.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.30 horas.