No hay familia más en forma que la González-Etxabarri. Al menos en el surf europeo. Porque las hermanas Janire y Annette se encuentran en un pico de forma envidiable, en un momento tan óptimo que buscan exprimirlo como si fuera una ola puntuable. Desde la cresta hasta la espuma. Por ello, las zumaiarras encadenaron casi sin descanso dos pruebas de máximo nivel: el Ballito Pro de Sudáfrica y el Lacanau Pro de Francia. Y en ambas fueron protagonistas.
Primero, en el extremo más meridional del continente africano, Janire se llevó el título junior en la que será su última temporada en la categoría; mientras que Annette hizo lo propio pero en la división Open, esa que correspondía a la Qualifying Series, el segundo circuito más importante del surf internacional. Así, con dos trofeos nuevos en la vitrina de la familia, las hermanas González-Etxabarri pusieron rumbo a la costa atlántica francesa para seguir brillando. Allí, en el Lacanau Pro de la semana pasada, las dos volvieron a ser de las más destacadas del evento. Aunque, en esta ocasión, los focos apuntaron más a Janire.
La mayor de las hermanas, de 20 años, fue subcampeona después de mostrar un surf regular y solvente en unas olas pequeñas, pero divertidas. La zumaiarra se deshizo de todas sus rivales casi sin miramientos hasta que en la final no pudo con Anat Lelior. La israelí –compite sin bandera–, más curtida en estas lides que Janire, tiró de experiencia y tuvo la paciencia imprescindible para conseguir su mejor puntuación en su séptima ola.
Janire, segunda; y Annette, tercera
La de Basque Team, por contra, respondió con fe y ganas, pero las condiciones no ayudaron y se quedó a las puertas de la remontada. De hecho, la final fue tan pareja e igualada, que se decidió a favor de Lelior por tan solo 60 centésimas. Una pena. Sin embargo, la alegría de Janire fue que pudo estar acompañada en el podio de Lacanau por su hermana Annette, que terminó tercera.
Es más, el destino quiso que las González-Etxabarri se enfrentaran entre ellas en las semifinales de la competición. El esperado encuentro sucedió en unas condiciones complicadas, por lo que el desafío fue innegable. Fue una manga fraternal, que hizo las delicias de los presentes, pero también fratricida porque tan solo podía quedar una. Y esa fue Janire, que hizo valer su condición de hermana mayor para convencer a los jueces de calificar mejor sus olas. 12,73 puntos por los 8,23 de Annette relegaron a la pequeña, de 18 años, al tercer escalón del podio.
Asimismo, no es el único podio al que se subieron la semana pasada en Lacanau puesto que, como la prueba francesa era la primera parada de la temporada 2025/26, las dos hermanas ascendieron también al segundo y tercer peldaño de la clasificación europea de la Qualifying Series. Ahora, las González-Etxabarri tienen unos días de descanso antes de afrontar el otro frente abierto que tienen este verano: las Challenger Series –como se llama a las clasificatorias para ascender a la máxima división–. Y es que la tercera parada de este circuito será el US Open, que se disputará en aguas californianas del 26 de julio al 3 de agosto.
Futuro asegurado
El buen momento de forma de Janire y Annette González-Etxabarri no ha pillado por sorpresa a Nadia Erostarbe, en estos momentos el máximo exponente del surf vasco. La zarauztarra, que hizo historia en el Ballito Pro de Sudáfrica al convertirse en la primera vasca en ganar una prueba del Challenger Series, fue clara: “Es especial abrir nuevos caminos a nueva gente siendo la primera en clasificarme para los Juegos, la primera mujer en competir en el CT y la primera en ganar un Challenger. Es especial y ese título nadie me lo va a quitar nunca, pero a la vez miro al futuro y sé que van a estar dando guerra y van a hacerlo muy bien”.