IKER Zabala (Bermeo, 1979) y Asier Zurinaga (Sestao, 1971) lo ganaron todo con sus respectivos clubes. Referentes en Urdaibai y Kaiku, respectivamente. Hombres ligados a la historia reciente de estos equipos. Lo fácil hubiera sido dejarse llevar, conformarse y seguir la ola ganadora o decidir dar el adiós definitivo, despidiéndose por la puerta grande del calor del hogar. Ese no era el camino de estos dos remeros. “Necesitábamos sentirnos vivos de nuevo en el remo”, afirman. Reciclarse o morir. Y como la victoria no siempre lo es todo, Zabala decidió hacerse cargo de Santurtzi e iniciar un proyecto desde abajo. Crecer desde la base sin la necesidad de la victoria. En esta misión, el entrenador bermeotarra decidió contar con Zurinaga como patrón. Las dudas al inicio de la temporada eran muchas y se pusieron muchas expectativas sobre la Sotera. Lejos de acobardarse, superaron sus propios objetivos y este fin de semana afrontan las dos últimas regatas de la ARC-1 con la clasificación para el play-off virtualmente sellada.

La liga se cierra con dos últimas regatas, mañana en Zarautz y el domingo en Bilbao. La competición está sentenciada. Solo una hecatombe dejaría a Donostiarra sin el título y a Santurtzi sin su segunda posición. Sin embargo, el espíritu ganador de los santurtziarras no les deja ir a la regata a verlas venir. “Nos falta una guinda, una banderita más. Estamos en ese punto de no querer apretar demasiado la preparación, porque todavía nos falta un mes más para estar en nuestro punto álgido, pero sí queremos apretar esta semana en cara de buscar ese resultado. A ver si animamos a la afición y empezamos a ver más camisetas moradas en las regatas”, declara Zabala. La tendencia positiva de la Sotera les coloca como uno de los candidatos al ascenso en el play-off de la ACT. Santurtzi entraba en las quinielas al principio de la temporada, aunque Zurinaga ya mira de forma positiva al curso realizado: “Nuestro objetivo era estar en la tanda de honor. Era algo ambicioso y que se podía conseguir. Pase lo que pase la nota de la temporada tiene que ser muy positiva”.

No solo los objetivos deportivos han quedado satisfechos en este curso. Mejora continua. Esa es la idea que se vive en Santurtzi. “No había un objetivo claro cuanto aterrizamos en Santurtzi y no sabíamos ni dónde íbamos a remar, si en la ARC-1 o en la ARC-2. Ahora, estamos en una mejora continua. Esto también tiene su parte bonita. Es sentir que estamos cocinando algo y vemos que la trainera va evolucionando día a día, aunque todavía no es suficiente para ganar”, explica Zabala, al que no se le borra su ambición ganadora y tiene claro que “eso es lo que nos hace seguir de corto”. Con esta mentalidad, Santurtzi ha pasado en menos de un año a ser un equipo descendido a estar peleando por ascender a la máxima categoría. “La gente de la casa ha dado un paso abismal. Muy poquitos días me he ido frustrado a casa. Me voy con ganas de volver y eso es como cuando estaba empezando. Estamos creciendo, vemos la respuesta que recibimos de los compañeros y esperemos que el proyecto siga adelante”, reconoce Zurinaga.

Zabala es el principal culpable de este cambio de actitud de la Sotera. “Es un ganador nato. En el agua no hay amigos, pero fuera hay mucha comunicación, eso era algo que echaba en falta desde hace mucho tiempo y me dan más ganas de trabajar, porque veo que cuentan conmigo y las opiniones se valoran. Tiene muchos valores positivos para ser entrenador”, reconoce Zurinaga sobre el bermeotarra. Pero el técnico no está solo en esta labor, la labor del patrón sestaoarra también ha ayudado. “Cuando llegué me encontré un vacío en la popa y el primer nombre que me vino fue Asier Zurinaga. A día de hoy puedo decir que fue uno de los mejores fichajes, junto a Javi Polo, que me está ayudando a sacar adelante el bote. La labor que ha hecho Asier en invierno no se puede agradecer con palabras. Al final yo remo y no puedo remar y hablar a la vez. Necesitaba esa figura en la popa, me ha hecho esa labor sucia y me ha ayudado muchísimo”, reconoce el técnico.

Sin pensar mucho en el futuro El remo es un deporte volátil, impredecible de un curso para otro. Donde la estabilidad muchas veces escasea y nadie sabe a ciencia cierta dónde estará la temporada que viene. “Hace un año dije que mi último club iba a ser Kaiku y ahora estoy aquí. Pensar más allá del día después a acabar la temporada es mucho pensar. Estaba convencido de que iba a terminar en Kaiku en un año o dos y aquí estamos en un proyecto muy bueno, con la intención de aguantar al pie del cañón”, afirma Zurinaga. Esos cambios algunas veces no son positivos y crean situaciones, en ocasiones, prejudiciales para el remero. Pero a su vez, permiten vivir el presente al máximo, apreciar las cosas del momento y crear nuevos momentos impensables años atrás. “Si hace diez años me dicen que iba a coincidir con Asier aquí en Santurtzi, hubiera dicho que ni por el forro. Pero lo más bonito es que no sabemos que pasará dentro de diez años. Toca disfrutar de lo que toca, que lo estoy haciendo mucho, y luego lo que tenga que venir vendrá”, concluye Zabala.