Hace unos días, en privado, algunas voces conocedoras del rumbo de las negociaciones habían constatado el ritmo más lento del ministerio de Yolanda Díaz a la hora de cumplir con su parte de la transferencia de la Seguridad Social a las instituciones vascas. Y el resultado de la Comisión Permanente del martes confirmó por la vía de los hechos que algo sucede en el ministerio que dirige Sumar, porque las únicas materias que no logró acordar el lehendakari Pradales con el presidente Sánchez fueron las que dependen de Yolanda Díaz. Es decir, el Gobierno español no quiso ceder a las instituciones vascas la potestad para reconocer y pagar las prestaciones contributivas de desempleo que se reciben cuando se pierde el puesto de trabajo, ni los subsidios de desempleo que cubren a las personas que no han cotizado lo suficiente. Blanco y en botella. Pradales sí pudo arrancar a Sánchez un acuerdo sobre las materias que conciernen a un ministerio socialista, al área de la Seguridad Social de Elma Saiz, como es el caso de las prestaciones de cuidado familiar y de nacimiento, además de una cuestión menos controvertida, el seguro escolar. Sánchez no pudo o no supo imponerse ante sus socios de Sumar para que se cumpliera el acuerdo de investidura que lo convirtió en presidente. Por ello, el lehendakari salió de la cita pidiendo al socialista que ponga orden en su Gobierno. Aunque no citó de manera expresa a Sumar (quizás para no enemistarse con este partido mientras sigue la negociación), no hizo falta que fuera tan explícito para que se entendiera lo que quería decir: “Queda trabajo en algunos ministerios. Ahí lo dejo”.

Este miércoles, una vez reposado lo que había sucedido en la comisión, y a preguntas expresas de los medios de comunicación, PNV y PSE no pudieron ocultar la evidencia y admitieron ya de manera más o menos abierta que el problema radica en el ministerio de Sumar y que hace falta más trabajo y más coordinación en el Gobierno español para sacar adelante los acuerdos. La portavoz jeltzale en el Congreso, Maribel Vaquero, lo hizo en una entrevista en Onda Vasca, donde avisó de que el acuerdo de investidura con Pedro Sánchez vincula “a todos” los miembros de su gobierno, aunque no sean del PSOE y pertenezcan a la cuota de Sumar. Por su parte, en la rueda de prensa para presentar el estudio sobre el salario mínimo vasco, el vicelehendakari segundo, el socialista Mikel Torres, admitió con un tono diplomático que hay “reticencias” en ese ministerio, y que Sánchez va a trabajar para resolverlas. Torres sería el encargado de gestionar las ayudas del paro si fueran transferidas.

Lo que ha ocurrido

Pero, ¿qué sucede en concreto? Algunas fuentes señalan que Yolanda Díaz tiene varias carpetas abiertas sobre la mesa y se ha volcado en la también difícil negociación para sacar adelante en el Congreso la reducción de la jornada laboral. Desde Sumar seguían diciendo este miércoles a Grupo Noticias que no hay ningún bloqueo, sino que esta cuestión necesita más trabajo. Y se va a seguir trabajando, algo que confirman tanto Sumar como el Gobierno vasco.

Sobre esta transferencia siempre ha sobrevolado un temor histórico: en ámbitos sindicales del Estado, podrían interpretar que la gestión de estas ayudas desde una ventanilla vasca va a generar desigualdades con el resto de los trabajadores, y eso podría, a su vez, disuadir a Sumar. Pero, en realidad, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, lleva restando dramatismo a este traspaso desde 2023, porque las declaraciones del Gobierno vasco y del PNV habían dejado claro que solo supondría el traspaso de los medios materiales y humanos, mientras que el Estado iba a mantener la competencia para legislar sobre las cuantías. La ventanilla vasca se encargaría de las labores que puede asumir en virtud del Estatuto de Gernika y la Constitución española: gestionar el pago de esta prestación, inspeccionar y reconocer su cobro a los solicitantes, ni más ni menos. En marzo, Sumar votó a favor de la transferencia en el Parlamento Vasco.

Lo que hace ahora el PNV es tirar por elevación y exigir a Sánchez que haga cumplir los acuerdos que lo hicieron presidente. Este asunto tiene una importancia capital para que pueda seguir gobernando: Maribel Vaquero avisó al socialista tras su comparecencia en el Congreso por el caso Cerdán de que la confianza del PNV va “camino de la UCI”. Los jeltzales cree que Sánchez debe actuar por el flanco de la presunta corrupción aclarando lo sucedido y, por otro lado, debe cumplir también los acuerdos de investidura. En este terreno, fuentes del grupo del PNV en el Congreso aportan un matiz relevante. Cuando anunciaron que no iban a utilizar la debilidad política de Sánchez para mercadear, se referían a que no iban a subir su precio, es decir, no iban a añadir más exigencias a las ya firmadas de antemano en su pacto de investidura aprovechando la soledad política del PSOE. Pero lo firmado debe cumplirse. Y en la Comisión Permanente de noviembre de 2024 habían quedado en cerrar un primer bloque de la Seguridad Social ahora. “La confianza se consigue cuando se cumplen los pactos y trabajando esos pactos”, repitió este miércoles Maribel Vaquero.

Vaquero reconoció que se ha dado “un paso adelante” porque por primera vez se ha acordado la gestión de varias prestaciones de la Seguridad Social, pero a Sánchez le toca “desatascar esa parte de los ministerios, o del ministerio, que no está por la labor”. E hizo pedagogía: “Los grandes sindicatos estatales tienen miedo a que se pueda romper la caja única o que haya diferencias entre los trabajadores del Estado; nada más lejos de la realidad que romper la caja”. Cuando se le preguntó si la petición a Sánchez para que pusiera orden iba por Sumar, confirmó que “el Gobierno es uno independientemente de que sea de coalición, y él es el presidente del Gobierno y, por tanto, tiene que poner orden. Tenemos un pacto de Gobierno y alcanza a todo el Gobierno aunque sea un ministerio dirigido por Sumar”.

El vicelehendakari segundo, Mikel Torres, que es socialista, defendió a Sánchez porque tiene “voluntad de resolver” las “reticencias importantes” de Sumar. Quiso ver “la botella medio llena” porque el paquete de la Seguridad Social es uno de los más delicados y, aun así, los dos gobiernos han avanzado “bastante”, “igual no todo lo que nos gustaría”.

El trabajo sigue

Fuentes del departamento de Autogobierno que dirige Maria Ubarretxena confirmaron a Grupo Noticias que siguen trabajando. “No paramos”, dicen. Las materias ya acordadas se van a firmar en una Comisión Mixta prevista para el último trimestre de este año, como ya anunció el lehendakari, lo que da también cierto margen para seguir negociando el desempleo y que se pueda reenganchar al orden del día de esa reunión. En esa Comisión se van a firmar las prestaciones no contributivas por cuidado familiar, nacimiento, el seguro escolar, la transferencia de salvamento marítimo y el Centro de Verificación de Maquinaria de Barakaldo, relacionado con la salud laboral.

Lander Martínez, en una anterior sesión del Congreso de los Diputados Europa Press

Sumar niega un bloqueo, defiende el Estatuto y matiza que hace falta más trabajo

Aunque las alusiones de los representantes jeltzales y socialistas fueron comedidas, y hubo más insinuaciones que acusaciones abiertas, Sumar quedó en una posición comprometida al aparecer retratado como el partido que ha impedido que el acuerdo sobre la transferencia de la Seguridad Social sea completo. Y, en ese contexto, Lander Martínez, una de las voces autorizadas de Sumar desde su cargo como diputado en el Congreso y secretario de comunicación en suelo vasco, negó este miércoles a Grupo Noticias que su partido esté bloqueando la posibilidad de que la comunidad autónoma gestione las prestaciones y subsidios de desempleo. 

Martínez aseguró que la vicepresidenta segunda española, Yolanda Díaz, tiene un “total compromiso con el cumplimiento del Estatuto de Gernika, sabe que esta transferencia integra el Estatuto de Gernika, y tiene un total compromiso con el acuerdo, pero también tiene un compromiso con los trabajadores vascos”.

“Hace falta un poquito más de trabajo”, resume para explicar este enredo y para descartar que haya alguna consigna política con el objetivo de frenar esta transferencia y ahorrarse una eventual discusión con los sindicatos españoles, un extremo en el que no quiere entrar Martínez.

“No hemos bloqueado nada ni hemos puesto duda el traspaso. De hecho, el martes se avanzó bastante. No estamos poniendo trabas”, insiste. Sumar asegura que el acuerdo se podrá alcanzar si se mantienen más reuniones y se trabaja en mayor profundidad. ¿Su alusión a que tiene un compromiso con los trabajadores significa que le condiciona lo que puedan opinar sindicatos como CCOO? Martínez dice que lo que hay que hacer es afinar bien la transferencia porque la vida de las personas desempleadas depende de ello. El Gobierno vasco lleva meses haciendo pedagogía en público, incluso desde la legislatura anterior con el lehendakari Urkullu, para aplacar los temores sindicales y dejar claro que lo que se pide es cumplir el Estatuto de Gernika y la Constitución española, y gestionar el reconocimiento de esta prestación a sus solicitantes y su pago e inspección, no legislar su cuantía, que es competencia del Estado. Si CCOO ya quitó hierro al traspaso cuando se empezó a hablar de él en 2023, este miércoles, desde UGT de Euskadi, Tximi López defendió que el traspaso es positivo porque la ciudadanía no tendrá que ir de una ventanilla a otra, entre el Sepe y Lanbide, como dijo en Radio Euskadi. 

Para defender la tesis de que Yolanda Díaz había mostrado su disposición al lehendakari y al Gobierno vasco en general, Martínez desliza que las declaraciones del PNV le han tomado por sorpresa. “No nos esperábamos esta postura, porque la posición de Yolanda Díaz no ha sido poner impedimentos”, añadió. A partir de ahí, estas palabras no quieren decir que la relación se vaya a resentir o que el clima se deteriore. La negociación sigue adelante, con el tope del fin de año.