bilbao - Uno de los atletas más ovacionados ayer en el Nido de Pekín fue Aries Merritt. El estadounidense, vigente campeón olímpico y plusmarquista mundial de los 110 vallas, no ganó esta vez y tuvo que conformarse con la medalla de bronce. Pero el público chino sabía que su lucha ahora mismo es otra. Este próximo martes el atleta de Chicago, de 30 años, se someterá al trasplante de unos de sus riñones, dañado por un virus congénito. La donante será su propia hermana y el propio Aries Merritt es consciente de que “quizás este Mundial puede haber sido mi última competición, si las cosas no salen bien”. “Pero confío en poder estar el año que viene en Río”, señaló un atleta que se considera “un luchador”. “Por eso, estoy aquí. No quería quedarme en casa esperando a la operación”, explicó feliz y sonriente después de una actuación de mucho valor.

Hubo sorpresa en la prueba ya que la medalla de oro fue para el ruso Sergey Shubenkov, que se convirtió en el primer campeón mundial de raza blanca de los 110 vallas con un tiempo de 12.98, récord de su país y la tercera mejor marca de 2015. Segundo fue el jamaicano Hansle Parchment con 13.03. Dos de los mejores del año, el francés Pascal Martinot-Lagarde y el estadounidense David Oliver no consiguieron entrar al podio. - R. C. R.