bilbao - El sábado se vivió la primera decepción de los Juegos Olímpicos de Sochi. Una nueva modalidad se estrenaba, el slopestyle, y todos querían ver en acción a Shaun White, la estrella mediática del snowboard. Era la ocasión perfecta para que ganase su tercera medalla de oro después de las cosechadas en 2006 y 2010 en Turín y Vancouver en halfpipe. Pero una caída en los entrenamientos de la última semana dejó la muñeca del californiano tocada y decidió renunciar a la prueba del sábado para llegar en mejores condiciones al halfpipe de hoy. Está por ver si la apuesta le sale bien y consigue mantenerse durante otros cuatro años en el altar olímpico.White nació en California en 1986 y prácticamente aprendió a desplazarse en monopatín a la vez que aprendía a andar. No tardó en llamar la atención dentro del mundo del skate y el propio Tony Hawk, dios supremo del monopatín, se hizo amigo suyo y se convirtió en su mentor en el skatepark local. Él fue el gran culpable de que pudiese convertirse en profesional del skate cuando solo tenía 17 años.
Paralelamente, White se inició en el snowboard a los seis años y fue cosechando tan buenos resultados sobre la tabla como cuando sus pies iban sobre ruedas. Esto lo convirtió en un ídolo de masas dentro de los deportes extremos. No en vano, logró ser la primera persona en competir y ganar en los X Games de invierno y de verano. Entre 2003 y 2013 ha coleccionado 13 medallas de oro, tres de plata y dos de bronce en los X Games invernales y dos medallas de oro, dos de plata y una de bronce en la versión veraniega con su skate.
idilio en los Juegos Su primera participación olímpica fue en Turín. Sin haber cumplido todavía los 20 años no encontró rival en la modalidad de halfpipe, por lo que sumó su primera presea de oro. Cuatro años después, en Vancouver, repetiría el triunfo con la misma superioridad y espectacularidad. Hoy, en Sochi, puede entrar en el selecto club de los deportistas que suman tres oros en una modalidad en tres Juegos Olímpicos consecutivos.
Pero no todo ha sido un camino de rosas para este chico de alocada melena pelirroja. Shaun White nació con una tetralogía de Fallot, un defecto congénito del corazón por el que tuvo que ser operado dos veces a corazón abierto antes de cumplir el primer año de vida.
Nadie hubiese apostado entonces que aquel bebé debilucho sería capaz de poner a miles de personas en pie con sus alocados malabarismos y piruetas con el snow y el monopatín. Años después sería rebautizado como el Tomate Volador, por su escandalosa melena pelirroja, algo que él explotó, quizás por cuestiones de marketing. Pero hoy en día parece estar cansado del apodo y se ha presentado en Sochi con el pelo corto y una imagen más sobria. Ahora prefiere el mote de Animal, sacado de un personaje de los Teleñecos.
White, esponsorizado desde los siete años, es una máquina de hacer dinero. En 2009 la revista Forbes calculó que solo en 2008 había sumado 9 millones de dólares a su patrimonio. Con semejante cuenta bancaria ha podido cumplir su sueño de tener una banda de rock, Bad Things, y editar un álbum. Pero también se ha dejado llevar por los excesos. En 2012 fue detenido en Nashville por intoxicación pública y vandalismo.