capaces de enseñar al resto de la humanidad lo que es capaz de hacer el hombre, los deportistas son elevados por la sociedad a un estrato superior. Ellos bailan más allá del límite del cuerpo humano, por lo que no está fuera de lugar colgarles la etiqueta de superhombres. Son héroes que pasan a la historia por alcanzar registros únicos, sin precedentes. En esa élite, en ese club de semidioses ha dejado 2012 a dos deportistas por encima del resto. Usain Bolt y Michael Phelps se han ganado sus honores en los Juegos Olímpicos de Londres. El primero, confirmando que solo su sombra es capaz de seguirle por el tartán; y el segundo, retirándose definitivamente de la competición, a los 27 años, habiéndose convertido en el deportista con más medallas olímpicas de la historia. En las paredes de su casa 22 preseas relatan las gestas del Tiburón de Baltimore.

Desde que el calendario de 2012 inauguró sus páginas, en el mundo del deporte se esperaba con ganas el show de Usain Bolt en Londres. Tras hacer historia en los Juegos de Pekín ganando las finales de 100 y 200 metros y la del 4x100 junto a sus compañeros jamaicanos, Bolt tenía la obligación de volver a dejar el cronómetro reducido a su mínima expresión. Comenzó 2012 dejando marcas cercanas a los 10 segundos en las primeras carreras de 100 metros, pero no se vio su impronta hasta que se destapó con un 9.76 segundos en mayo. Las alarmas se encendieron a pocas semanas de los Juegos en Jamaica, cuando su amigo y compañero de entrenamiento, Yohan Blake, le hizo probar lo que es el segundo puesto. El 9.75 de Blake era, además, la mejor marca del año. Tocado en el orgullo, Bolt tuvo que ver cómo también era derrotado por su compatriota en la final de los 200 metros. Con el acicate de un rival que le obligaba a exprimirse, Bolt se vio dentro de la que ha sido catalogada como la mejor final de la historia de los Juegos Olímpicos. Siete de los participantes bajaron de los diez segundos en las semifinales y Justin Gatlin, Asafa Powell y los propios Blake y Bolt formaban un cuarteto en el que cualquiera podía llevarse el oro. Usain sacó lo mejor de sí mismo y repitió la gesta al llevarse el oro con un tiempo de 9.63, el segundo mejor de la historia y récord olímpico. La leyenda del jamaicano se agrandó en los siguientes días al convertirse en el primer atleta de la historia en repetir el triunfo en dos Juegos en 100 y 200 metros. Para colmo, se despidió de Londres con otro récord mundial en el 4x100. Junto a su compañero y rival, Blake, paró el crono en 36,84 segundos.

el adiós de phelps Si Bolt brilló en los Juegos, Michael Phelps eclipsó desde el agua cualquier otra gesta deportiva. El nadador americano ya había anunciado que tras la cita olímpica no volvería a competir. Con las 16 medallas que ya había conseguido en Atenas y Pekín estaba por ver si podía convertirse en el deportista con más preseas de todos los tiempos. Un comienzo dubitativos en su primer día de competición hizo dudar de su capacidad, pero el prodigio de Baltimore demostró que es único. Cuatro oros en 100 mariposa, 200 estilos, 4x200 libre y 4x100 estilos y dos platas en 200 mariposa y 4x200 libre le hacían cerrar su cuenta en 22 medallas olímpicas, lo que hacía olvidar el registro de 18 medallas de la soviética Larissa Latynina.

El tartán de Londres dejó cuatro nombres más para la historia. El primero el de la americana Allyson Felix. La velocista, tras ser plata en los 200 metros de Atenas y Pekín, consiguió los oros en 200 metros y en los relevos del 4x400 y el 4x100. En este último, junto a sus compañeras, consiguió un récord mundial que estaba en posesión de Alemania Oriental desde 1980.

El keniata David Rudisha también escribió su propia leyenda al conseguir el oro en los 800 metros. Rudisha se sabía superior a sus rivales y, al ver que contaba con unas condiciones climatológicas óptimas, compitió contra sí mismo para establecer un récord mundial. Un tiempo de 1:40.91 es su legado.

Para delirio de los británicos, su compatriota de origen somalí, Mo Farah, ganó las medallas de oro en las pruebas de 5.000 y 10.000 metros.

La otra gran imagen de los Juegos Olímpicos es la de Oscar Pistorius. El atleta sudafricano, con dos piernas amputadas, consiguió estar presente sobre el tartán londinense después de que la legislación deportiva le apartase de la cita de Pekín. Con sus dos prótesis de fibra de carbono hizo historia al clasificarse para las semifinales de los 400 metros.

el ocaso de lance Si 2012 subió a Bolt y Phelps a los altares, a Lance Armstrong lo desnudó de gloria y no solo le despojó de sus mayores títulos, sino que lo envolvió con el manto de la vergüenza. La Agencia Antidopaje norteamericana (USADA) acusó formalmente al tejano en junio de utilizar EPO y transfusiones de sangre, testosterona y corticoides entre 1998 y 2011. Poco después propuso la desposesión de todos sus logros deportivos, incluidos los siete Tours de Francia, toda vez que Armstrong anunció que renunciaba a defenderse de los cargos que se le imputaban. Pero el golpe más duro llegó cuando la USADA presentó a la UCI un informe de mil páginas en el que se detallaba que "el US Postal utilizaba el sistema más sofisticado, profesionalizado y exitoso de dopaje que el deporte jamás ha visto". Doce días después, la UCI sancionaba a Lance Armstrong de por vida y le desposeía de sus siete Tours, que quedaban sin vencedor.

El año ciclista también estuvo marcado por el regreso de Alberto Contador tras su sanción. El de Pinto ganó la Vuelta a España, el Tour fue cosa de Bradley Wiggins y el mejor en el Giro fue el canadiense Ryder Hesjedal.

vettel, el prematuro En el mundo del motor, 2012 estuvo marcado por el duelo mano a mano entre Sebastian Vettel y Fernando Alonso en el Mundial de Fórmula 1. El alemán volaba con el mejor coche y el asturiano sacaba un rendimiento asombroso a su Ferrari en una carrera por convertirse en el tricampeón más joven de la historia. La última carrera del año le otorgó tal honor al piloto de Red Bull. El circo de la Fórmula 1 despidió, además, a uno de sus mitos. Michael Schumacher se retiró definitivamente a los 43 años.

En motociclismo, Jorge Lorenzo conseguía su cuarto título mundial, el segundo en Moto GP. El título en Moto 2 fue para Stefan Bradl y el de Moto 3 para el alemán Sandro Cortese.

el triplete de españa El punto álgido del año futbolístico ha sido la Eurocopa ganada por España. Los de Vicente del Bosque conseguían así un triplete inédito hasta ahora al ganar de forma consecutiva dos Eurocopas y un Mundial.

Roman Abramovich cumplió por fin su sueño de hacer al Chelsea campeón de la Champions League, aunque luego vio cómo el Atlético de Madrid, el mismo que rompió en mil pedazos al Athletic en la final de la Liga Europa, le humillaba en la Supercopa continental. Menos sangrante fue su derrota en la final del Mundialito de clubes a manos del Corinthians brasileño.

En otro orden de cosas, Novak Djokovic terminó con el número 1 de la ATP en un año en que cuatro tenistas diferentes han ganado los cuatro Grand Slams. En féminas, la gran triunfadora ha sido Serena Williams al ganar en Wimbledon, Estados Unidos y el oro en los Juegos Olímpicos.

2012 también ha sido el año en que Lebron James conquistó su primer anillo de la NBA y en el que un derechazo de Dinamita Márquez mandaba a la lona al filipino Pacquiao en el sexto round del combate del año boxeístico.