"Si pienso en los tres amigos que he perdido, esto no merece la pena"
Alex Txikon presenta esta tarde, dentro del Mendi Film Festival, 'Bajo cero', la película que resume su expedición al Gasherbrum I. En ella, el montañero lemoarra reflexiona sobre el alpinismo a la luz de la tragedia ocurrida en el pico pakistaní, donde perdió a tres compañeros
Bakio. Alex Txikon (Lemoa, 1981) aparece en el restaurante bakiotarra Eneperi con una escayola en el pie izquierdo. Cojea. Un accidente de parapente le provocó una fractura del peroné y el calcáneo, y lleva 43 días con un yeso que le coarta su enérgica personalidad. "Me la quito hoy, ya no aguanto más", bromea el alpinista. Y es que, a pesar de la rotura, Txikon está contento. El accidente podría haber tenido peores consecuencias y esta tarde comienza el Mendi Film Festival, un certamen de cine de montaña que tendrá lugar en Bilbao durante diez días y en el que el lemoarra presenta dos películas.
'Bajo cero' y 'Next stop: Greenland' son sus dos aportaciones al festival.
Next stop: Greenland es una aventura en Groenlandia con Carlos Suárez, que tuvo un accidente en el que casi se mata haciendo un salto base. En ella se narra cómo se abre una nueva vía en el Ulamertorssuaq y cómo saltaron con los trajes de aire. Por otro lado, Bajo cero relata la expedición a Pakistán, en la que salen siete personas pero solo regresan cuatro, porque allí perdieron la vida tres amigos.
Al volver a ver esta última película, ¿qué sensación le queda de esa expedición invernal?
No sé. Voy madurando lo que ha pasado porque perder tres compañeros siempre es una situación muy dura y muy delicada. Y más, de la manera en la que ocurrió. Ahora no pienso o siento lo mismo que hace tres meses. Es una tragedia que voy madurando, aunque siempre me va a quedar ahí. Pasan los días, los meses, pasarán los años también, y siempre intentaré sacar las cosas positivas dentro de esa mala noticia.
Después de lo ocurrido, ¿el alpinismo le merece la pena?
Hombre, yo es que me dedico a ello. Ahora mismo, teniendo en cuenta esa tragedia... Es una pregunta muy difícil de contestar. Desde luego, después de perder a tres compañeros... En este caso concreto ante esa pregunta respondo que no. Pero en general, en el cómputo global, por todo lo que me aporta la montaña y todo lo que abarca, digo que sí me merece la pena.
En el ascenso al Gasherbrum I, decidió no subir con sus tres compañeros desaparecidos y esperar un día más. Eso le salvó la vida. ¿Cuántas veces ha pensado en ello?
Siempre intento actuar con el corazón. Esa mañana me desperté sintiendo algo dentro y después estuve todo el día dándole vueltas. Es algo que es difícil de explicar. Pero nunca pienso en si he hecho bien o mal. No pienso en eso. Hay algunas veces que le doy muchas vueltas por tonterías como el qué dirán. Sin embargo, en la montaña si me he equivocado, me he equivocado, pero no intento echarme atrás porque no se puede. Trato de que la lección me sirva para aprender, pero no para arrepentirme.
¿Qué es lo que más le impactó de 'Bajo cero'?
Una imagen en la que se me ve con muchísima barba y en la que estoy tallando en un plato, que allí arriba son metálicos, con un clavo y una llave inglesa, los nombres de los tres amigos que se quedaron en el Gasherbrum.
Después de lo ocurrido, ¿se encuentra con fuerzas para seguir?
Sí. Ha sido un año difícil porque he estado a punto de perder el dedo pulgar del pie izquierdo y me ha costado mucho recuperarme. Además, psicológicamente también ha sido muy duro. De hecho, la muerte de mis compañeros es algo que se me sigue haciendo duro, pero dentro de toda esa tragedia, siempre saco algo bonito. Ayer cumplí 31 años y me voy dando cuenta de los conocimientos y la sabiduría que voy adquiriendo.
¿En sus proyectos futuros figura volver al Gasherbrum?
No sé, hay muchas montañas. Ya he estado tres veces en ese pico y de momento no me lo planteo. En enero tenemos una expedición en marcha que nos llevará a Pakistán, a escalar el Laila Peak, una de las montañas más bonitas del mundo. Ya lo daremos a conocer más adelante, pero sí es cierto que el año que viene es un año que promete.
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