De Villota pierde el ojo derecho
La madrileña sigue grave pero estable tras una larga operación quirúrgica
MADRID. La piloto madrileña María de Villota, que el pasado martes sufrió un grave accidente al comienzo de una jornada de pruebas en el aeródromo británico de Duxford, perdió ayer el ojo derecho tras una larga operación a la que se sometió en el hospital Addenbrooke, de Cambridge, donde el equipo médico acometió a una larga intervención para tratar las serias heridas en la cabeza y en el rostro sufridas por María en el accidente.
La escudería Marussia informó de que la operación comenzó el martes por la tarde, y que ahora María de Villota "está en estado grave pero estable". John Booth, jefe del equipo, "con el consentimiento y apoyo de la familia de María", comentó que "los cuidados a la piloto y el bienestar de su familia siguen siendo ahora mismo nuestra prioridad. Su familia está en el hospital y estamos haciendo todo lo posible para apoyarla". Al mismo tiempo, Marussia aprovechó la oportunidad para dar las gracias a los servicios de emergencia del aeródromo de Duxford, que "estuvieron al pie del cañón como es habitual en unos test de Fórmula-1".
En cuando a los motivos del accidente, "el equipo está analizando lo que sucedió y estos trabajos están en curso". María de Villota chocó al final de su primera vuelta de instalación contra la rampa elevadora de un camión de apoyo del equipo. Fue atendida en el lugar por el personal sanitario del Servicio de Ambulancias de East Anglia, sureste de Inglaterra, y llevada después al hospital Addenbrooke. Según testigos, la parte delantera del vehículo quedó destruida tras acelerar y chocar contra la parte trasera del camión. La revista especializada Racecar Engineering emitió ya una primera conjetura, según la cual el coche se aceleró por culpa del sistema antiparada. "Los pilotos sin experiencia pueden verse sorprendidos. Cuando disminuyen la velocidad para pararse las revoluciones bajan y la centralita electrónica lo detecta y activa el acelerador al 50 % con el coche en primera marcha. Se produce una aceleración", dicen. Eso explicaría el acelerón que, según los testigos, realizó el Marussia antes del choque. Para evitarlo, el piloto debe presionar el botón de embrague que lleva el volante. En el momento del impacto, el coche de María de Villota iba a unos 65 km/h. Sin embargo, esta versión es solo una hipótesis.