bilbao. Después de descansar unas horas en el vivac montado junto a la polaca Tamara Stys a 7.200 metros de altitud, Alex Txikon partió ayer por la noche hacia la cumbre de Gasherbrum I (8.080 metros). Aprovechando que la previsión meteorológica es favorable, el cielo está más despejado y sopla menos viento aunque el frío sigue sin remitir y el termómetro no baja de los 50 grados bajo cero, el montañero vizcaino acaricia el sueño de alcanzar la cima durante la jornada de hoy.

Txikon y Stys recorrieron por la mañana antes de asentar el vivac el Plateau que separa la pared sur de la arista sureste del G-I, un terreno extraño para ellos, por inexplorado.

Salvo unas molestias en los ojos provocadas por el frío extremo y el viento, el lemoarra asegura sentirse en buenas condiciones físicas, fuerte y motivado, según la última comunicación con el campo base donde le espera su amigo Carlos Suárez, con quien mantiene contacto a través del walkie después de que una avería inutilizara su teléfono vía satélite.

En la última conversación entre ambos, Txikon anunció que tenía previsto partir hacia la cima sobre las 00.00 hora local -cuatro menos en Euskal Herria- de ayer junto a la montañera polaca que le acompaña.

Si logran su objetivo y alcanzan la cumbre durante la jornada de hoy, Txikon no ha decidido aún la manera en la que emprenderá el arriesgado descenso. El planteamiento inicial de la expedición era hacerlo por la ruta habitual de la cara noroeste y completar la travesía invernal de la montaña. De todas maneras, después de que el grupo se haya dividido en dos, el montañero vizcaino barajaba otras opciones.

Por su parte, no hay noticias de los miembros de la expedición que durante la jornada de ayer iban a intentar llegar a la cumbre -el austriaco Gerfried Göschl, el suizo Cedric Hählen y el paquistaní Nissar Husein-. Su última localización les situaba a 450 metros de desnivel de la cumbre.