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"Me he implicado lo suficiente durante cinco años y ya no puedo más"

Saturado y con ganas de familia, casa y tiempo, Herri Torrontegi se despide como mánager de Efrén Vázquez para centrarse en su trabajo. "Vuelvo a dormir", dice ahora, tras cumplir la "misión" de devolver al motociclismo vasco lo que tuvo con su propia figura

"Me he implicado lo suficiente durante cinco años y ya no puedo más"david de haro

Valencia pone fin al proyecto Herri-Efrén. Su segunda etapa en el Mundial.

No soy muy dado a las despedidas, pero en este caso sí. Yo digo que es un hasta luego, porque al igual que cuando me retiré como piloto, nunca quise hacer una despedida muy grande. En cuanto a la relación con Efrén se refiere es una despedida pura y dura.

¿Podría hacer un repaso de estos cinco años como mánager?

Ha sido una bonitísima experiencia. He desarrollado un trabajo complicado y, sobre todo, amargo, que es el hecho de llevar una parte bastante ingrata. Dentro del deporte, la gloria y la derrota están muy cerca, pero en los entresijos de llegar a conseguir todo eso hay un arduo trabajo diario. La verdad es que cinco años se hacen largos. Cuando corría me parece que fue ayer, pero cuando rememoro y pienso, es otra vez lo mismo y se hace duro. Esto me ayuda más a regresar a mi casa.

¿Han sido experiencias dispares la de piloto y la de asesor?

En mi espíritu sigue habiendo un piloto, pero me alegro infinitamente de que Efrén y yo hayamos tropezado en el camino.

¿Es más complejo educar que ejecutar?

No es que sea más difícil. Yo empiezo porque me han ayudado muchísimo y me siento muy agradecido. Mi familia me ha hecho ser quien soy, pero muchos me han ayudado. Efrén vino a pedirme ayuda y fíjate. Puedo estar orgulloso de haber vuelto a dar al motociclismo vasco esperanza y de ver la ikurriña una vez más por los circuitos del mundo.

¿Se han copado sus expectativas?

Sí, el primer año. Hablamos de estar en tres en el Mundial y se ha conquistado todo en un volado. Aparte de que el resultado de este año nos deja un sabor agridulce, lo digo por los resultados globales. Hay que valorar más lo que se ha hecho. Las expectativas son siempre las de mejorar, pero siempre no se puede hacer.

¿Puede que esos pasos iniciales tan rápidos hayan terminado jugando en contra?

Tampoco diría eso. Yo estoy satisfecho. Dar el paso al Mundial lo tenía muy difícil. Nosotros aparecemos en la carrera de Montmeló (2007) y el equipo BQR ofreció a Efrén la plaza de un piloto que se marchó de la estructura. Fue una grandísima oportunidad. Ya ese año se puntuó en Brno en 250cc. Así nos metimos en una vorágine en la que para cuando nos hemos dado cuenta, ha quedado quinto en un Mundial y cuenta con cuatro podios.

¿Comprende que haya gente para la que todo esto no ha sido suficiente?

Sí. No soy muy amigo del fútbol porque me parece que está desproporcionado en todos los sentidos, pero a los cracks les escucho. Siempre puedes aprender de todo el mundo. He oído a Cristiano Ronaldo a cuenta de lo que puede y no agradar, y para los que somos religiosos, ni siquiera es Dios quien puede complacer a todos. Nosotros, que somos un grano en el desierto, imagínate.

¿Pero cree que se podría haber llegado más lejos?

Se ha llegado donde se ha llegado. Las circunstancias y el planteamiento de Efrén han sido determinantes para mejorar o quedarse donde está. Los cambios de aires suelen ser buenos. Por sus características y su forma de ser, el trato que hemos tenido este año en el equipo (Ajo Motorsport) ha sido demasiado frío. Nosotros, de sangre latina, somos más amigables y cercanos. En los equipos anteriores hemos sentido ese calor, pero este año, no.

¿El hecho de correr en el equipo campeón de 2010 ha sido un peso?

Ha sido un lastre desde que hace un año firmamos el acuerdo.

¿En qué han fallado?

El estilo es distinto, el alemán, el finlandés. Hasta ahora habíamos trabajado con un equipo catalán y uno italiano, con gente que te entiendes mejor. Este año hemos hablado en inglés, pero o sabes bien el idioma o no te compenetras.

En lo que a usted le concierne, ¿qué podría haber hecho mejor?

Cuando hemos empezado este año, tal vez me haya faltado más conocimiento del equipo. Por otro lado, me siento satisfecho porque no encuentro ningún culpable. Ellos trabajan muy bien y al piloto las cualidades no se le marchan de la noche a la mañana.

¿Si tuviera que rescatar solo un momento de todo este periplo?

¿Uno? Es imposible. En este gran premio se juntan muchas cosas. Tristes y alegres. Son demasiadas las personas que me agradecen el haber estado y que se ríen porque dicen que no me voy a marchar. Efectivamente, yo dejo de cumplir una misión de buen rollo. Si no gusta, es problema de Efrén. Yo he confiado en muchas ocasiones más de lo que él ha confiado en sí mismo. Ahora es lo suficientemente mayor como para tomar sus decisiones. Y lo más bonito son los halagos. No estaré con Efrén, pero seguiré estando, porque la gente me recuerda. Quieren que haga de asesor deportivo en más de un equipo, pero tengo una familia y ganas de estar con mi gente. Y este trabajo es incompatible, no ya solo por tiempo, sino psicológicamente, es duro.

Las motos le han dado y le han quitado cosas.

Quitarme… Al implicarme, es mi persona a la que no le queda tiempo.

¿Cuál ha sido la experiencia más amarga en este trayecto?

Fue en este circuito. Cuando tuve que ir a levantar a Efrén, que se estrenaba con el equipo Derbi, porque en los primeros entrenamientos se cayó, se le metió el pie dentro de la rueda y se hizo una avería. Me costó sacarme la foto de la cabeza. Me hizo sufrir un huevo porque me sentía responsable. Para las cosas bonitas, dices, gracias a Herri; pero cuando estás tirado en la grava… Lo sufrí, fue un mazazo.

Hay quien no se explica que lo deje.

Lo que me ayuda a dejarlo no es solo mi gente. Son muchísimas cosas. Yo cuando dejé de correr podía haber formado un equipo o cosas, pero el hecho de viajar prefiero evitarlo.

Le habrán preguntado si ha tenido algún problema personal con Efrén.

En todos los matrimonios hay tiranteces. Que en ocasiones hubiese actuado de otra manera como piloto, pues sí. Yo he puesto todos mis conocimientos y le he dejado hacer, porque tampoco se trata de que lo haga todo a mi imagen y semejanza. Cada uno tiene su forma de ser. Hay un montón de cosas que le han venido bien y otras que son innatas de cada uno. Pero esto no tiene nada que ver en mi decisión. Me he implicado lo suficiente durante cinco años y ya no puedo más.

Continuar sería interpretarlo como un resistir.

No tengo esa necesidad y, a parte, tampoco es una cosa que me gusta. Me pusieron mánager, pero yo no soy mánager. Yo soy piloto o expiloto. Asesor deportivo me gusta más, me gustaría poder venir, estar en pista, trazar estrategias… Hablar de motos, no de si vamos a preparar una promoción, si vamos a hablar con tal patrocinador… Son muchas cosas las que hago.

En cuanto a Efrén, ¿cómo le cogió y cómo le deja?

Como piloto, en un nivel top. Cuando empezamos su experiencia era grande, pero por haber andado en moto, no por haber corrido en carreras del Mundial. Dejo un piloto mundialista como la copa de un pino y cuando empezamos juntos era como un junior.

¿Se siente satisfecho de que sea él su heredero?

Empezando a forjarse el futuro por y para él habrá mucha gente que le diga cómo tiene que hacer las cosas. Lo que está claro es que yo las he hecho. Hemos llegado muy lejos. Seguro que ni se imaginaba el poder ser un profesional de las motos, ganarse la vida así. Dejo un legado impresionante. Ahora es sólo él quien tiene que llevar a cabo esa experiencia que hemos vivido juntos.

Ha dicho que más que un adiós es un hasta luego, ¿es irreversible su decisión?

Mi condición de mánager es irreversible. Tengo un sobrino que anda en moto. Se llama Iker, pero no le puedo dedicar todo el tiempo. Ni soy un cazatalentos ni tengo a los patrocinadores llamando a mi puerta. Es todo lo contrario. No soy el que tiene y puede hacer todas esas cosas. Puedo asesorarle, acompañarle y enseñarle mucho a nivel deportivo, pero luego tiene que ser un grupo nutrido de gente el que esté alrededor.

Habla de infraestructura.

Es lo que no tenemos. Puedo ayudar y contribuir a muchas cosas, pero no a todas; en este caso, es a todas. Y claro, si hay con alguien con quien se vaya a enfadar el piloto es conmigo, porque soy quien le está achuchando todo el rato, para una cosa y para otra. Y detrás de cada piloto hay una persona que tiene que saber moldearse.

¿Le ha faltado de eso a Efrén?

No lo sé, porque solo he estado con él. Yo tengo mi forma de ser, parecida como piloto, hasta en la cojera; pero como persona, yo soy un tipo más tolerante. Tengo una visión de las carreras distinta a la de Efrén. Él puede pensar que la pasión siempre está y que debe mirar hacia una forma de vida. Yo y mi hermano, cuando corrimos, lo hipotecamos todo y si efectivamente lo vas haciendo bien, las cosas te van saliendo. Ahora los pilotos quieren que sea un trabajo más.

¿Seguirá al otro lado del teléfono?

Él ya sabe que me tiene ahí, pero las decisiones las va a tomar él.

Dijo que su último servicio sería encauzar el camino de Efrén para el próximo año.

Habíamos empezado a hacer las cosas y ya se va quedando él con el relevo. Tiene claras las decisiones que va a tomar, aunque no puedo decir nada.

¿En qué invertirá Herri ese tiempo que antes no tenía?

En vivir un poco la vida. Tengo un negocio en el que hago las labores comerciales y de gerencia. Ahora mismo requiere mucha dedicación. Lo que busco, y más hoy en día, es consolidar mi futuro. Al fin y al cabo, me vuelvo a ir de las carreras con lo puesto. El lunes -por mañana- estaremos pasando la resaca de la fiesta del domingo -por hoy-, el martes tenemos una rueda de prensa para hacer un balance del año y ya el miércoles voy a Asturias a visitar a mis clientes.