bilbao. Levantarse a las ocho de la mañana y tener por delante cinco duras horas de entrenamiento no es nada fácil. Esa es, sin embargo, la rutina diaria de Mikel Elgezabal, triatleta de larga distancia y natural de Gernika. Elgezabal, de 30 años, lleva desde muy pequeño practicando deporte: "Empecé con trece años a andar en bici, al principio como un hobby, como todos los niños, pero año tras año ese hobby ya se convirtió en mi forma de vida". Y es que el vizcaino llegó a correr en dos equipos profesionales: Costa de Almería-Paternina -con el que participó en la Vuelta a España- y el Atom de categoría Continental. Su carrera en la élite del ciclismo duró poco ya que únicamente compitió en profesionales en 2004 y 2006. Después de no encontrar equipo, pese a que como reconoce el gernikarra "hice bastantes buenos puestos para ser mi primer año", en el año 2007 decidió dejar el ciclismo para empezar a hacer duatlones y triatlones.
Dice Elgezabal que "la suerte es un factor muy importante. Me hubiese gustado seguir en el ciclismo. Veo a gente que no eran prácticamente ni mis rivales en amateur y que ahora están corriendo el Tour, eso me da rabia", admite el triatleta, que añade que "si me hubieran dado una oportunidad en algún otro equipo hubiese ido, pero la suerte y un buen padrino son muy importantes". Pese a todo, Mikel asegura estar "super a gusto en el triatlón".
El cambio "No sabía si seguir en el deporte o encontrar trabajo, pero al final decidí meterme al duatlón porque me gustaba", admite Elgezabal. Las cosas le fueron bien en la prueba que combina la carrera a pie y la bici y, una vez que empezó a nadar, comenzó a participar en el triatlón. Le sonrió la suerte y varios patrocinadores se acercaron al gernikarra. Pese a que reconoce que "el duatlón no da dinero", en el triatlón las cosas son algo distintas y con unos buenos espónsores se puede llegar a vivir de ello. Las cosas son bien distintas en países como Alemania, Suiza o Estados Unidos, donde la gente gana bastante dinero.
En el triatlón existen principalmente dos distancias: la corta u olímpica y la larga -donde destacan por encima del resto los Iron Man-. La segunda es la especialidad en la que mejor se desenvuelve Mikel puesto que no penaliza tanto no salir con el grupo de cabeza. Su fuerte, indudablemente, es la parte ciclista y asegura que debe mejorar en la prueba a pie puesto que sus piernas no están del todo preparadas para rendir al máximo al correr.
próximos retos El gernikarra, de momento, ha participado en dos Iron Man. La temporada pasada en Hawai ocupó la 37ª posición y el pasado domingo quedó sexto en Zúrich. El resultado de esta última prueba pudo haber sido mejor ya que tras acabar la natación en el grupo de cabeza y bajarse el primero de la bici, perdió tiempo en la maratón.
De cara al futuro, Mikel espera ser "lo más regular posible para estar con los mejores" y así optar a ganar algún Iron Man, algo que para él sería "muy bonito". La próxima prueba la tiene en Mónaco, donde la dureza de la parte en bici le favorece y por ello va a por la victoria al principado.