Ecos de Newcastle
El Athletc perdió por la sencilla razón de que sus circunstancias son las que son y, en principio, un compromiso de Champions lejos de casa no ofrece excesivo margen para dar un golpe de timón
Con la duda de si vale la pena dedicar más espacio a lo de Newcastle o es preferible ponerse a pensar en lo del domingo con el Oviedo, habría dos o tres aspectos relacionados con el último partido que acaso merezcan un poco de atención. Que el Athletic volviese de vacío a nadie pudo extrañar. Perdió por la sencilla razón de que sus circunstancias son las que son y, en principio, un compromiso de Champions lejos de casa no ofrece excesivo margen para dar un golpe de timón.
Sonó a perogrullada escuchar a Valverde que tuvo el pálpito de que, en otras condiciones, sin la precariedad que en la actualidad le acosa, las probabilidades de éxito del Athletic en Saint James Park hubiesen crecido notablemente. No obstante, tras comprobar el perfil del adversario compartir esa impresión resulta inevitable. Chicos fuertes, que corren mucho y saltan más, pero con serios problemas para elaborar juego en estático. A la contra y en el balón parado llevan peligro, por lo demás no demostraron un nivel acorde a las impresionantes inversiones que vienen realizando estos años, ni para defender su área.
El Newcastle se halla un par de escalones por debajo de los conjuntos realmente buenos que acoge la Premier, pero con su estrecho repertorio le sobró para deshacerse del Athletic que les visitó el miércoles. Así todo, la apuesta por apuntalar la media con un tercer jugador específico, en este caso Vesga, se reveló una medida acertada y susceptible de ser aplicada en tantos encuentros donde el equipo suele estar en inferioridad numérica en la zona ancha. Resulta evidente que al entrenador le gusta poner una pareja ahí y, unos metros por delante, un enlace con los atacantes y no cambia esta disposición ni a tiros. A menudo el Athletic no logra gobernar los partidos y sufre precisamente porque sus centrocampistas están desbordados. En esta ocasión, por protegerse más y ante la ausencia de personal de ataque, se pudo apreciar que la versatilidad no está reñida con la preferencia.
Parálisis colectiva e individual
Los dos goles recibidos son sendos monumentos a la parálisis colectiva e individual en tareas defensivas. Una pasividad que tuvo un costo altísimo, una influencia decisiva en el desarrollo del juego porque a un grupo inmerso en una crisis de identidad y resultados lo que menos falta le hace son despistes de tal calibre, máxime cuando está desplegando una propuesta tan agresiva, presionando a bloque y muy alto.
Bueno, son defectos, lagunas, que afloran con mayor frecuencia cuando en los semblantes de los futbolistas lucen las sonrisas en vez de las caras largas que ahora vemos.
Debut de Hierro y Selton
Para terminar, el tema de los chavalitos que debutan. Objetivamente, la cita no era el marco adecuado para estrenos y si se produjeron fue solo porque los contratiempos físicos obligaban a tirar de gente no habitual. Un detalle a considerar: en el banquillo solo quedaron sin intervenir del primer equipo Padilla, Laporte y Lekue.No son oportunidades concedidas a gente de la cantera, sino medidas de urgencia.
Se trata pues de algo accidental y lo malo es cómo se enfoca, el bombo que se le da en la prensa y muy especialmente por parte del club, que promueve una desmedida cobertura mediática. Sí, asoman un par de caras nuevas que nadie conocería si quienes están en nómina gozasen del alta médica.
De Selton ya se ha hablado y escrito más que de varios de los profesionales que dirige Valverde. Elevar a la categoría de acontecimiento su simple presencia en la convocatoria para un derbi que terminó en derrota, ya resulta significativo. Los piropos que ha recibido del técnico tampoco ayudan a dar normalidad a un episodio que lógicamente ni entraba en sus planes.
Por el ruido se diría que estamos ante una figura en ciernes, el chico que hizo un par de gestos técnicos el miércoles y con ello dio pie a que su nombre fuese coreado por la grada. Puede que fuese un mero desahogo, pero está el Athletic pasándolo muy mal como para estar pendientes de Selton.
Por cierto, Hierro ni siquiera es un asiduo en las alineaciones de un Bilbao Athletic atascado en la cola de la clasificación desde el inicio de la temporada, por si alguien no se ha enterado y mira que el tema tiene enjundia. Otro apunte, Ibon Sánchez estuvo muy acertado en los diez minutos que tuvo en Dortmund. No ha vuelto a jugar, ahora es el turno de Selton.
Ah, queda por tratar lo del Oviedo. Tiempo habrá y, además, sin necesidad de decir nada estaría todo dicho.
