Conciso y directo, Jesús Areso aseguró ayer que la única alternativa que en todo momento ha manejado para salir de Osasuna era el Athletic. Esto vendría a corroborar que el acuerdo entre las partes era una realidad desde hace bastante tiempo. Ya se dedujo a partir de las revelaciones de los responsables de Osasuna, que no pusieron pegas para explicar que el jugador había ido rechazando, una tras otra, las diversas propuestas de renovación que le ofrecieron.

Es el denominador común de la mayoría de las operaciones: cuando el futbolista toma una decisión, irse o quedarse, su voluntad acaba prevaleciendo por encima de todo. En este caso, el único aspecto que estaba pendiente y ha dilatado el proceso era el precio del jugador. Ambos clubes debían consensuarlo, con los doce millones de la cláusula como referencia. Y parece que esa es la cantidad que recibirá, aunque no sea de golpe, la entidad navarra. Cada directiva sugerirá la versión que más le interesa transmitir a sus aficionados, pero en esa cifra se mueve el asunto. Areso también aludió a esta cuestión concreta para señalar, a modo de justificación para embarcarse en su segunda aventura rojiblanca: gracias a su marcha Osasuna dispone de un buen dinero para gestionar el futuro inmediato.

La consecuencia final del fichaje de Areso sería que la demarcación mejor cubierta en el Athletic es la del lateral derecho. A día de hoy, dispone Valverde de cuatro piezas, que serán tres en cuanto se le busque acomodo a Hugo Rincón, dicen que en el Girona como cedido. La nómina está formada por Lekue, recién renovado para un año, el más veterano y quien parte con menos opciones de jugar; Gorosabel, reclutado un año atrás hasta 2028 y, en adelante, Areso, vinculado para seis temporadas.

No es el primer superávit de laterales derechos específicos en la plantilla, si bien Lekue es capaz de desenvolverse en ambos costados con suficiencia, lleva años desempeñando dicho rol. Lo que ha posibilitado la actual situación responde a la necesidad de buscar un relevo de garantías para Óscar de Marcos. Después de varios cursos amagando con la retirada, el excapitán pensó hace un puñado de meses que la hora de decir adiós era ya inaplazable.

El Athletic ha tenido la previsión de abordar la sucesión de De Marcos con tiempo. Primero ató a Gorosabel con un año de antelación a su aterrizaje en San Mamés y remata la jugada con Areso, elemento que ya tuvo en su órbita en categorías inferiores. Defensa con una especial querencia por subir y poner centros, Areso ha experimentado en Osasuna el crecimiento que se le auguraba en su anterior estancia en Lezama. Regresa pues con el cuajo suficiente para asumir la titularidad en un proyecto ambicioso. A su lado, para evitarle distracciones, dos hombres con recorrido, perfectamente integrados en la dinámica del equipo.

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Posibles fichajes

Cerrado este tema concreto, permanece abierto el capítulo de adquisiciones, según admitieron ayer Jon Uriarte y Mikel González. Enumeraron factores como inconformismo, presupuestos, asequibilidad económica y atractivo deportivo, para dar a entender que están en ello. Resulta evidente que en absoluto descartan alguna contratación de aquí al 1 de septiembre y no es necesario rascarse la cabeza para saber en qué posición y en quién están pensando. Presidente y director deportivo se negaron en redondo a conceder pista alguna, pero si finalmente se trata del jugador que ha acaparado los titulares de prensa de las últimas semanas, estaremos en un escenario ciertamente desconocido y resbaladizo, al menos en lo que al volumen global de las fichas se refiere.