En julio, las bolas de nieve no se derriten; crecen, su tamaño aumenta. Desconozco en qué acabará lo de Nico Williams, pero tras escuchar la rueda de prensa que ayer ofreció De Marcos en Lezama, me remito a la columna de opinión publicada dos semanas atrás bajo el título “Lo que NW quiera”. Decía entonces que, al margen de lo que cada cual piense, el desenlace del culebrón depende exclusivamente de la voluntad del jugador. Así es como funciona el negocio: si uno de los clubes que, aseguran, ya están colocados en la lista de espera trae el dinero de la cláusula, será él quien tome la decisión de continuar aquí o irse.

De Marcos salió a hablar de sí mismo y del equipo, de la nueva temporada, pero en el cuarto de hora que duró la comparecencia tuvo que responder a media docena de cuestiones relativas a su compañero. Por la misma razón que señalé que la Federación Española de Fútbol ni pinchaba ni cortaba en el asunto, diré que tampoco el Athletic (que a través de Jon Uriarte criticó directamente al citado ente por no “proteger” a NW) es responsable de que en sus instalaciones la prensa local insista en averiguar qué sucederá con el joven futbolista. Indagar es su obligación y no me cabe la más mínima duda de que si, en vez del capitán, el protagonista del acto hubiese sido el propio NW, este hubiera sido sometido a una generosa batería de preguntas.

Estuvo iluminado De Marcos con lo de “no es oro todo lo que reluce” y “hay que valorar dónde estamos”, mensajes dirigidos a NW, al que considera víctima de una fuerte presión que, sugirió, pudiera hasta condicionarle. Se supone que por respeto a gente con la que compartió vestuario, evitó mencionar ejemplos muy instructivos de carreras que se torcieron por atender la llamada del dinero y la gloria lejos de San Mamés.

Unas horas después del turno del capitán, al mediodía, los canales privados de televisión, imagino que como las emisoras de radio y las redes sociales que todo lo amplifican, dedicaban amplios espacios a los posibles destinos de NW. También se hacían eco de las palabras de De Marcos, pero de inmediato le colocaban en el Barcelona y en el Paris Saint Germain. Incluso ilustraban las elucubraciones con NW enfundado en una camiseta azulgrana. Precioso, la verdad, y curioso justo ahora que al Athletic le ha dado por promocionar la nueva equipación con la camiseta del número once ocupando el frente del escaparate de sus tiendas.

Vacaciones

Y de repente, las teles cambiaron de tono para contarnos cómo disfruta de sus vacaciones NW, que salía riendo y gritando a cámara al lado de Morata y Remiro. Esto último resultaba un tanto chocante en el actual contexto, la verdad; con la que está cayendo, con el nerviosismo que se palpa en el entorno del Athletic, así como en su seno cabría añadir. Pero sería improcedente censurar al chaval por estar pasándoselo en grande en su tiempo libre. Además, a estas alturas de la película el personal está habituado a la difusión de fotos y vídeos de las andanzas estivales de los futbolistas rojiblancos, a menudo imágenes colgadas por ellos mismos.