Estamos en vísperas de una batalla decisiva en la guerra de Ucrania. En la guerra no existe el ‘deus caritas’ sino el dios de las batallas. La proyectada ofensiva de Putin, el actual repliegue para contratacar a la manera del muelle comprimido que luego se expande es jugarse la guerra a una carta, ocultando en la manga otra más siniestra, el botón nuclear