ERA cuestión de poco tiempo que tras la repercusión que tuvo la acción del lanzamiento de sopa contra un cuadro de Van Gogh, la hazaña se repetiría. Ayer mismo. Dos personajillos lanzaron puré de patatas contra un cuadro de Monet en el Museo Barberini de Potsdam. Los autores, que dicen pertenecer a la organización Última Generación, justifican sus ataques: “¿Qué vale más, el arte o la vida?” Jodó, qué profundo. Potsdam es una ciudad histórica –ese Tratado...– y es puro arte. Tiemblen sus vecinos. O a la próxima pueden tirar un talo con txistorra no sé, al Guernica de Picasso. ¡Por la vida!
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